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♦ Orómasis y Diana, jerarcas del elemento fuego

 

Orómasis y Diana son los directores del elemento fuego, a cargo de los seres elementales del fuego, llamados , que sirven a este planeta. Colocados en la línea 12 [del ], cargo que desempeñan bajo la dirección de las focalizadas en el Eje, estas prestan servicio desde el de en Half Dome, en el parque nacional Yosemite, y desde su propio foco en el reino etérico, sobre una isla del mar de Bering, frente a las costas de la península de Kamchatka.

El príncipe Orómasis y la princesa Diana, como su séquito se dirige a ellos, prestan servicio junto con las s de Capricornio, Acuario y Piscis para enseñar a la humanidad la maestría del , y junto con las jerarquías de Aries, Leo y Sagitario para enseñar la maestría del elemento fuego. Trabajan también con y los sacerdotes de la Orden de .

Siendo ellos mismos del elemento fuego, trabajan estrechamente con el , o de fuego, del y lo asisten en la maestría en la acción del caduceo y en la apertura de los siete s, además de regular el flujo de luz por los chakras y alinear los .

Utilizando su en el , Orómasis y Diana, junto con las legiones de del relámpago azul y del fuego blanco que están bajo sus órdenes, intensifican y aceleran la acción de las llamas en respuesta a los llamados de la humanidad encarnada. Esta capacidad de acelerar e intensificar la acción de la llama invocada, incluyendo la que está dentro del corazón, los cualifica especialmente para asistir en la purificación de los y en la liberación del de las densidades de los alimentos impuros, de las drogas y de los estímulos. Debemos invocar a Orómasis y Diana para que recorran nuestros cuatro cuerpos inferiores y nuestro entorno cada veinticuatro horas y purifiquen nuestro campo energético de los efluvios de las masas del mundo.

Las salamandras a las órdenes de Orómasis y Diana son seres de fuego cuya se propaga con los rayos arcoíris del . Compuestas de fuego líquido que refleja la conciencia de aquellos a quienes sirven, su apariencia cambia constantemente, pues su naturaleza camaleónica refleja instantáneamente el prisma de la que se proyecta en su forma.

Estos seres son en realidad los espejos del Imán del e instrumentos de todo y . Poderosos en su alcance y servicio a la vida, llevan varas de relámpago blanco como cetros de autoridad para sostener el equilibrio del elemento fuego en el mundo de la forma.

Las salamandras, siendo del reino del sin forma, no están confinadas a ninguna dimensión. Miden tres metros de altura y pueden reducir su tamaño, con el destello de una llama, hasta tres centímetros. Son seres de un enorme poder. Cuando son capturadas por magos negros, pueden ser muy destructivas, pero cuando están al servicio de quienes aman al —donde les gusta estar— no hay nada que no puedan hacer para elevar los estándares de la raza.

Orómasis y Diana nos dicen que

hace mucho que los caídos reconocieron el valor que tiene controlar a los seres de los elementos. Esto lo hacen mediante la ceremonia del vudú y el rito satánico donde hay derramamiento de sangre, invocando a las fuerzas demoniacas del plano astral y lanzando hechizos de muerte y destrucción y maleficios que atan hipnóticamente a los para que hagan lo que se les ordene. Bajo estos grandes abusos del , algunas salamandras, al igual que otros elementales, han estado aprisionadas por siglos, y por eso la humanidad ha llegado a temer a los espíritus de la naturaleza y a atribuirles intenciones traviesas e incluso malévolas.

Así, la prioridad en el orden del día es invocar a las legiones del y a la Poderosa para liberar a las salamandras aprisionadas, para atraerlas hacia el Imán del Gran Sol Central, al corazón de Dios, para que sean repolarizadas y realineadas a la poderosa voluntad de Dios, que siempre es buena para todos los que beben de su copa.

Orómasis y Diana, PoW, vol. 23 #15

Todos los hombres pueden invocar al arcángel Miguel y a la Poderosa Astrea para liberar a las salamandras y a toda la vida elemental de la negatividad y la magia negra que les impide realizar su servicio con plena obediencia a la voluntad de Dios.

Invoca a Orómasis y Diana para que asuman el mando sobre las salamandras de fuego y para contener todos los incendios incontrolados y destructores. En el nombre del Cristo, ordena a los elementales que sometan esos incendios al control divino. Pide a que atraigan a las salamandras al Imán del Gran Sol Central para que sean repolarizadas y realineadas a la santa voluntad de Dios. Llama al para que detenga las espirales de la infamia humana que han aprisionado a los elementales en formas inferiores.

Además, pide que todos los elementales sean liberados mediante la alquimia combinada de la llama de la resurrección y de la llama violeta. La llama violeta puede consumir todas las sustancias radiactivas que han apesadumbrado a las salamandras y a la tierra por el uso irresponsable de la energía nuclear. Pide a que dé a todo elemental la imagen divina y la visión divina de la , la y el Templo Hermoso para que todo elemental pueda sostener la matriz para la forma perfecta en la Tierra. Pide que la Tierra sea sellada en la matriz esmeralda y en la forma de pensamiento curativa.

El 8 de julio de 1990 Diana anunció lo siguiente:

Hoy he traído conmigo a representantes de los cuatro reinos. A cada uno de vosotros os es dada una tropa de elementales, unos cuantos de cada uno de los reinos. Permanecerán con vosotros y obedecerán vuestras órdenes que estén centradas en el corazón diamantino de y . Y se quedarán siempre y cuando cuidéis de ellos y los nutráis, los incluyáis en vuestros llamados y les deis sólo tareas que estén de acuerdo con la voluntad de Dios; siempre y cuando no abuséis de ellos y los invoquéis para muchos, muchos fines en vuestra vida, sin excluir la curación de los cuatro cuerpos inferiores o el cuidado de cuestiones prácticas… Así pues, son niños. Y podéis considerar que hoy habéis adoptado a una pequeña tribu de doce.

Orómasis y Diana, PoW, vol. 35 núm. 32.

Ir a Orómasis sobre la solución de la Llama Violeta

 

© Summit University Press

 

Beloved Oromasis and Diana

 

BELOVED OROMASIS AND DIANA

Hierarchs of the Fire Element

AMADOS ORÓMASIS Y DIANA

Jerarcas del Elemento Fuego

Hail, Oromasis! prince of the fiery element

Hail, Diana! divine complement

Fiery salamanders, blaze your fire into
Terra’s dark night

In the name of freedom, freedom for all mankind—
And for elemental life.

Beautiful flame! Beautiful flame! Beautiful flame!

 

¡Ave, Orómasis! príncipe del elemento fuego,

¡Ave, Diana! divino complemento,

ardientes salamandras, destellen su fuego hacia
la noche oscura de la Tierra

en nombre de la libertad, la libertad para toda la humanidad―
y para la vida elemental.

¡Hermosa llama! ¡Hermosa llama! ¡Hermosa llama!

 

Come, beings of fire
Send forth the energy to balance all of life

Come, beings of fire
Be unto mankind the deliverer of life.

March, armies, march
To the rhythm, to the music of the spheres

Ο etheric fire, reinstate the fire
Of purity within us here!

 

Vengan, seres de fuego,
envíen la energía para el equilibrio de la vida toda.

Vengan, seres de fuego,
sean para la humanidad los libertadores de la vida.

Marchen, huestes, marchen
al ritmo de la música de las esferas.

¡Oh, fuego etérico, restablece el fuego
de la pureza dentro de nosotros ahora!

 

Legions of fiery salamanders from the heart of God
From out the Great Central Sun

Come, Ο salamanders from the heart of
Alpha ‘n Omega
Welcome, welcome—come!

Beings of fire, blaze forth the balance for the
Freedom of mankind—and elemental life bless.

Multicolored fire of the seven rainbow rays
Blaze God consciousness!

 

Legiones de ardientes salamandras del corazón de Dios
procedentes del Gran Sol Central,

vengan, ¡oh salamandras del corazón de
Alfa y Omega!
Bienvenidas, bienvenidas ―¡vengan!

Seres de fuego, destellen el equilibrio para la
liberación de la humanidad ―y a la vida elemental bendigan.

Fuego multicolor de los siete rayos del arco iris,
¡destellen la conciencia de Dios!

 

Blaze, blaze, blaze, blaze! Raise, raise, raise!

Belov’d Oromasis
Belov’d Diana

Multicolored fire of the seven rainbow rays
Blaze God consciousness!

 

¡Resplandezcan, resplandezcan, resplandezcan! ¡Eleven, eleven, eleven!

Amado Orómasis,
amada Diana,

fuego multicolor de los siete rayos del arco iris,
destellen la conciencia de Dios!

 

Legions of fiery salamanders from the heart of God
From out the Great Central Sun

Come, Ο salamanders from the heart of
Alpha ‘n Omega
Welcome, welcome, ―come!

Beings of fire, blaze forth the balance for the
Freedom of mankind —and elemental life bless.

Multicolored fire of the seven rainbow rays
Blaze God consciousness!

 

Legiones de ardientes salamandras del corazón de Dios
procedentes del Gran Sol Central,

vengan, ¡oh, salamandras del corazón de
Alfa y Omega!
Bienvenidas, bienvenidas ―¡vengan!

Seres de fuego, destellen el equilibrio para la
liberación de la humanidad ―y a la vida elemental bendigan.

Fuego multicolor de los siete rayos del arco iris,
destellen la conciencia de Dios!

 

Hail, Oromasis! prince of the fiery element

Hail, Diana! divine complement

Fiery salamanders, blaze your fire into
Terra’s dark night

In the name of freedom, freedom for all mankind—
And for elemental life.

 

¡Ave, Orómasis! príncipe del elemento fuego

¡Ave, Diana! divino complemento

ardientes salamandras, destellen su fuego hacia
la noche oscura de la Tierra

en nombre de la libertad, la libertad para toda la humanidad―
y para la vida elemental.

 

Belov’d Archangel Michael, we invoke thy
Blue-flame sword—come now, set the captives free!

Cut them loose and set them free from all that’s not
Christ-vict’ry
Welcome, welcome —come!

Ο Saint Germain, we call thy freedom flame
For all of mankind—and imprisoned elemental life.

Blaze thy violet fire, blaze the violet fire
Blaze thy purifying light!

 

Amado arcángel Miguel, invocamos tu
espada de fuego azul ―ven ahora, ¡libera a los cautivos!

Corta sus ataduras y libéralos de todo lo que no sea
la victoria crística.

Bienvenido, bienvenido ―¡ven!

¡Oh, Saint Germain!, invocamos tu llama de libertad
para toda la humanidad ―y la aprisionada vida elemental.

Destella tu fuego violeta, ¡oh, destella el fuego violeta,

destella tu purificadora luz!

 

Blaze, blaze, blaze, blaze! Raise, raise, raise!

Beloved Saint Germain
Beloved Saint Germain

Blaze thy violet fire, O blaze the violet fire
Blaze thy purifying light!

 

¡Resplandece, resplandece, resplandece! ¡Eleva, eleva, eleva!

Amado Saint Germain,
amado Saint Germain,

destella tu fuego violeta, ¡oh, destella el fuego violeta,
destella tu purificadora luz!

 

© The Summit Lighthouse

 

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Véase elementales, Elohim.

Reloj cósmico: la ciencia de graficar los ciclos del karma y las iniciaciones del alma en las doce líneas del reloj bajo las Doce Jerarquías Solares. Enseñada por la Madre María a Mark Prophet y Elizabeth Clare Prophet para que los hijos e hijas de Dios regresen a la Ley del Uno y a su punto de origen más allá de los mundos de la forma y de la causalidad inferior.

Las cuatro bestias que vieron san Juan y otros videntes: el león, el carnero (o el toro), el hombre y el águila volando (Apocalipsis 4:6-8). Sirven directamente a las órdenes de los Elohim y gobiernan todo el cosmos de la Materia. Son los transformadores de la luz infinita para las almas que evolucionan en la finitud. Véase Elohim.
Véase llama gemela. La llama gemela es el complemento masculino o femenino del Espíritu concebida a partir del mismo cuerpo de fuego blanco, el ovoide de fuego de la Presencia YO SOY.
El retiro de un maestro es su hogar de luz, su templo y su lugar de servicio. Los retiros son focos de la Gran Hermandad Blanca localizados principalmente en el plano etérico, que es donde presiden los maestros ascendidos. Los retiros anclan una o más de las llamas de la Divinidad así como el moméntum de servicio de los maestros y su realización espiritual para el equilibrio de la luz en los cuatro cuerpos inferiores de un planeta y sus evoluciones. Cumplen múltiples funciones para los consejos de la jerarquía que sirven a las ondas de vida de la tierra y algunos retiros están abiertos para individuos no ascendidos, cuya alma puede viajar a estos focos en su cuerpo etérico entre una encarnación y otra en la tierra, o en su cuerpo sutil durante el sueño o samadhi.

     Muchos de los retiros de los maestros, incluyendo sus escuelas de misterios, estuvieron en el plano físico durante las primeras eras de oro de la tierra e incluso después de la Gran Rebelión y la Caída de los ángeles caídos. Ante la destrucción y la profanación de sus templos, los maestros retiraron sus centros y sus llamas al plano etérico, de ahí el término “retiro”. Después de la ascensión del mensajero Mark L. Prophet el 26 de febrero de 1973, los Señores del Karma dieron otra oportunidad a los hijos de Dios de saldar su karma asistiendo a las clases en los retiros de los siete chohanes, el Maha Chohán y los Instructores del Mundo. El primero de enero de 1986, Gautama Buda y los Señores del Karma respondieron a la petición de los Señores de los Siete Rayos de abrir las universidades del Espíritu que se encuentran en sus retiros etéricos a decenas de miles de estudiantes para proseguir sistemáticamente el camino de la automaestría en los siete rayos. Los estudiantes viajan en su cuerpo sutil durante el sueño y pasan catorce días en el retiro de cada uno de los chohanes y del Maha Chohán. Véase Tabla de los ocho rayos.

Junto con Amazonia, Elohim del primer rayo, el rayo del poder, la fe y la voluntad de Dios. El aura de ambos está cargada de relámpago azul y posee una capa envolvente de intenso color rosa.

Véase Elohim, Tabla de los ocho rayos .

cósmica. La cadena universal de seres libres en Dios individualizados que cumplen con los atributos y los aspectos de la infinita Individualidad de Dios. Dentro del esquema de la jerarquía cósmica están los Logos Solares, los Elohim, los Hijos e Hijas de Dios, maestros ascendidos y maestros no ascendidos con sus círculos de chelas, seres cósmicos, las doce jerarquías solares, arcángeles y ángeles del fuego sagrado, hijos de la luz, espíritus de la naturaleza (los elementales) y llamas gemelas de la polaridad de Alfa y Omega que patrocinan sistemas planetarios y galácticos.

     Esta orden universal de la propia Auto-Expresión del Padre es el medio por el cual Dios, en el Gran Sol Central, desacelera la Presencia y el poder de Su ser/conciencia universal para que las evoluciones sucesivas en el tiempo y el espacio, de la más pequeña a la más grande, puedan llegar a conocer el milagro de Su amor. El nivel de realización espiritual/física de un individuo –medida por la autopercepción equilibrada, “oculta con el Cristo en Dios”, y que con Su amor demuestra Su Ley en el cosmos del Espíritu y la Materia– es el criterio que establece dónde está colocado el individuo en la escala de la vida llamada jerarquía.

     En el siglo III, Orígenes de Alejandría describió su concepción de una jerarquía de seres que va de los ángeles a los seres humanos, a los demonios y las bestias. El conocido erudito y teólogo de la Iglesia primitiva, que expuso la piedra angular de la doctrina de Cristo, y sobre cuyas obras los subsiguientes padres de la Iglesia, doctores y teólogos edificaron sus tradicio­nes, enseñaba que a las almas se les asignan sus respectivos cargos y deberes con base en acciones y méritos pasados, y que cada una tiene la oportunidad de subir o de bajar de rango. Muchos seres de la jerarquía celestial están nombrados en el libro del Apocalipsis. Aparte de la falsa jerarquía del Anticristo, que incluye a los ángeles expulsados, algunos de los miembros de la Gran Hermandad Blanca enlistados por Jesús son Alfa y Omega, los siete Espíritus, los ángeles de las siete iglesias, los Veinticuatro Ancianos, las cuatro bestias, los santos vestidos de blanco, los Dos Testigos, el Dios de la Tierra, la Mujer vestida del Sol y su Niño-Hombre, el arcángel Miguel y sus ángeles, el Cordero y su esposa, los ciento cuarenta y cuatro mil que llevan el nombre del Padre escrito en la frente, el ángel del Evangelio Eterno, los siete ángeles (esto es, los arcángeles de los siete rayos) parados delante de Dios, el ángel vestido de nube y con un arco iris sobre la frente, los siete truenos, El Fiel y Verdadero y sus ejércitos, y aquel que estaba sentado en el gran trono blanco. Véase Elohim.

El reino de los cielos. El plano más elevado en la dimensión de la Materia; plano tan concreto y real (y más todavía) que el plano físico pero que se experimenta a través de los sentidos del alma en una dimensión y una conciencia más allá de la percepción física. El plano en que los registros akáshicos de la evolución completa de la humanidad se plasman individual y colectivamente. Es el mundo de los maestros ascendidos y sus retiros, ciudades etéricas de luz donde las almas de un orden mayor de evolución moran entre una encarnación y otra. Es el plano de la realidad libre de la sociedad sórdida, pecaminosa y enferma que los hombres y los demonios han conformado en los planos terrenales. Aquí la era de oro está en curso. El Amor es la plenitud de la Presencia de Dios por doquier, y los ángeles y los elementales, junto con los niños de Dios, sirven en armonía para manifestar el reino del Cristo en la Era Universal, por los siglos de los siglos. Como tal, es el plano de transición entre los reinos terrenal/celestial y el reino de Dios, el Espíritu, o Absoluto.

     El plano etérico inferior se traslapa con los cinturones astral, mental y físico. Está contaminado por estos mundos inferiores ocupados por la falsa jerarquía y la conciencia de masas que ésta controla, incluidas sus matrices y emociones (inglés: e-motions = energies in motion, “energías en movimiento”).

Zaratustra (avéstico, griego: Zoroastro, “luz dorada”) maestro ascendido que actualmente ocupa el cargo de la jerarquía de Iniciado del fuego sagrado y quien estuvo encarnado como el fundador del zoroastrismo en la antigua Persia.

Véase Ahura Mazda.

x 

Sacerdote del Altísimo, es un antiguo miembro del sacerdocio del fuego sagrado conocido como la Orden de Melquisedec, originada en otros sistemas estelares y de mucha antigüedad. Es el sacerdocio del séptimo rayo, que combina la religión perfecta con la ciencia perfecta. Aparece por primera vez en la Biblia como el sacerdote del Altísimo que bendijo a Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y quien le dio la décima parte del botín. Melquisedec le sirvió pan y vino, la primera constancia que tenemos en que se sirve la Sagrada Comunión. Fue el iniciado y el adepto más grande del Antiguo Testamento y ascendió al final de esa encarnación.

Uno de los cuatro cuerpos inferiores del hombre, que corresponde al elemento fuego y al primer cuadrante de la Materia. Llamado envoltura del alma, sustenta el arquetipo del plan divino y la imagen de la perfección crística que está llamada a representar en el mundo de la forma. Llamado también cuerpo de la memoria.

     Sanat Kumara anunció el primer día del año de 1985 que la tierra había recibido una nueva capa etérica conteniendo el registro y el arquetipo del plan divino original del planeta. También anunció que la oportunidad de que el mundo restaurara la era deoro nunca había sido mayor.
(sánscrito: “rueda, disco, círculo”). Centros de luz anclados a lo largo de la columna vertebral en el cuerpo etérico; gobiernan el flujo de energía hacia los cuatro cuerpos inferiores del hombre y sostienen la frecuencia de los siete rayos en ellos. Son siete y corresponden a los siete rayos: 1. primer rayo, garganta, azul; 2. segundo rayo coronilla, amarillo; 3. tercer rayo, corazón, rosa; 4. cuarto rayo, base de la columna, blanco; 5. quinto rayo, tercer ojo, verde; 6. sexto rayo, plexo solar, púrpura y oro; 7. séptimo rayo, sede del alma, violeta).

Hay cinco chakras menores correspondientes a los cinco rayos secretos y un total de 144 centros de luz en el cuerpo del hombre. Véase Tabla de los chakras , El aura humana II, de Djwal Kul.

Véase también la Armadura de los chakras

Cuatro capas de cuatro distintas frecuencias que rodean al alma (los cuerpos físico, emocional, mental y etérico) y que proveen al alma de vehículos en su viaje por el tiempo y el espacio. La capa etérica, la de más alta vibración, es la entrada para los tres cuerpos superiores: el Ser Crístico, la Presencia YO SOY y el cuerpo causal. Son las túnicas de pieles mencionadas en Génesis 3:21. Véase cuerpo astral, cuerpo de los deseos, cuerpo emocional, cuerpo etérico, cuerpo físico, cuerpo mental, Gráfica de tu Ser Divino, magnetismo animal.

[Los maestros ascendidos utilizan continuamente la palabra momentum en sus enseñanzas, con el significado original del término, que en inglés es “la fuerza del movimiento [motion] adquirida por un objeto en movimiento [moving] como resultado de la prolongación de [dicho] movimiento [motion]” (traducido de Webster Third International Dictionary).

La palabra momentum en latín significa “movimiento” y fue usada por el físico y matemático Isaac Newton (1643-1727) para describir un cuerpo en movimiento. El latín era la lengua de uso en las universidades europeas a la sazón. Hoy este concepto se llama “movimiento lineal” o “momento lineal”. Se representa por una p y su fórmula es p = m * v, donde m = masa, v = velocidad. Cuando damos un impulso a un objeto, éste empieza a moverse. La Primera Ley del Movimiento de Newton dice que si se retira el impulso el objeto sigue moviéndose a una velocidad constante. Para parar el objeto hay que aplicar una fuerza. Mientras más pesado el objeto (más masa), más fuerza se requiere para detenerlo. Asimismo, mientras más rápido va el objeto (más velocidad), más difícil resulta detenerlo.

La palabra momentum es una deformación de movimentum, formada por el verbo movere (“mover”) y el sufijo -entum, equivalente a -ento en español, que en este caso indica estado físico.

Podría traducirse por “momento”, pero para evitar confusión con el significado más común de este término (un instante de tiempo) hemos dejado siempre “moméntum” en nuestras traducciones. Es el equivalente de lo que algunos traducen por "impulso acumulado".]

Al estudiar estos reinos de la jerarquía también aprendemos algo acerca de cómo aplicamos la llama que está en nuestro corazón. Aprendemos, entonces, que es la energía del rayo azul, el impulso [thrust] del poder, la que da ímpetu [impetus] a la idea contenida en la mente de Dios. Sin ese impulso de energía, la idea carece de moméntum [momentum]. Es como la flecha lanzada desde el arco. Es la energía para estirar la cuerda hacia atrás la que da moméntum a la flecha que es la idea de Dios dirigiéndose a la manifestación.

Elizabeth Clare Prophet, en “The torch is passed”.

El fuego de la Kundalini, que se encuentra como una serpiente enroscada en el chakra de la base de la columna (el muladhara), y que con pureza espiritual y automaestría se eleva hacia el chakra de la coronilla, acelerando los centros espirituales o chakras a su paso. Dios, luz, vida, energía, el YO SOY EL QUE YO SOY. “Nuestro Dios es un fuego consumidor” (Hebreos 12:29). El fuego sagrado es la precipitación del Espíritu Santo para el bautismo de las almas, para la purificación, para la alquimia y la transmutación y para alcanzar la ascensión, ritual sagrado mediante el cual el alma retorna al Único.

La llama del Cristo, la chispa de la vida que arde en la cámara secreta del corazón de los hijos e hijas de Dios. La sagrada trinidad de poder, sabiduría y amor que es la manifestación del fuego sagrado. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

Cuatro capas de cuatro distintas frecuencias que rodean al alma (los cuerpos físico, emocional, mental y etérico) y que proveen al alma de vehículos en su viaje por el tiempo y el espacio. La capa etérica, la de más alta vibración, es la entrada para los tres cuerpos superiores: el Ser Crístico, la Presencia YO SOY y el cuerpo causal. Son las túnicas de pieles mencionadas en Génesis 3:21. Véase cuerpo astral, cuerpo de los deseos, cuerpo emocional, cuerpo etérico, cuerpo físico, cuerpo mental, Gráfica de tu Ser Divino, magnetismo animal.
El más denso de los cuatro cuerpos inferiores del hombre, correspondiente al elemento tierra y al cuarto cuadrante de la Materia. El vehículo para la estancia del alma en la tierra y el foco para la cristalización en la forma de las energías de los cuerpos etérico, mental y emocional.
Emanación luminosa o campo “electromagnético” que rodea al cuerpo físico; equiparada a menudo al cuerpo astral. Halo o nimbo que se asocia a los santos, que se origina en el alma y en el arquetipo original del alma, y que refleja, según el uso del libre albedrío, los patrones celestiales o los patrones terrenales. La radiación característica de la vida sensible y de los objetos inorgánicos captada por la fotografía Kirlian. Aliento o atmósfera que rodea e interpenetra los cuatro cuerpos inferiores del hombre y sus chakrasen los cuales se registran las impresiones, los pensamientos, los sentimientos, las palabras y las acciones del individuo, incluyendo su karma y los registros de vidas pasadas. El círculo altamente cargado de fuego sagrado que rodea al Cristo, a un maestro ascendido, ángel, Elohim o ser cósmico, que se transfiere como una “gracia” a cualquiera que lo solicite. Corona espiritual. El llamado campo L (inglés: Life-field), capa astral/etérica, que rodea al hombre y a la vida orgánica y que regula y refleja la salud, la vitalidad y la longevidad del cuerpo físico u organismo. Véase El aura humana I, de Kuthumi, y El aura humana II, de Djwal Kul. 

El cuerpo de la Primera Causa; siete esferas concéntricas de luz y conciencia que se interpenetran y que rodean a la Presencia YO SOY en los planos más altos del Espíritu, cuyo moméntum, incrementado  por las palabras y las obras buenas del SEÑOR manifestadas por el alma en todas sus vidas pasadas, es accesible hoy en todo momento, según lo necesitemos. Nuestros recursos espirituales y nuestra creatividad ­—talentos, gracias, dones y genio, almacenados debido a un servicio ejemplar en los siete rayos pueden ser atraídos desde el cuerpo causal con invocaciones a la Presencia YO SOY en el nombre del Ser Crístico. Además de ser el lugar donde nos “hacemos tesoros en el cielo” —el almacén de toda cosa buena y perfecta que forma parte de nuestra verdadera identidad—, las grandes esferas del cuerpo causal son el lugar de morada de Dios el Altísimo al que Jesús se refirió cuando dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros… Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo: para que donde yo estoy [ahí donde YO, el Cristo encarnado, SOY en la Presencia YO SOY] vosotros también estéis.” El cuerpo causal es la mansión, o morada, del Espíritu del YO SOY EL QUE YO SOY al cual el alma retorna a través de Cristo Jesús y el Ser Crístico individual en el ritual de la ascensión. Pablo se refería al cuerpo causal como la estrella de la individualización de la Llama de Dios de todo hombre cuando dijo: “porque una estrella es diferente de otra en gloria”. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

Mateo 6:19-21; Juan 14:2; 3:1; 1 Corintios 15:41

La conciencia o percepción de uno mismo en y como el Cristo; alcanzar un nivel de conciencia conmensurable con el que alcanzó Jesús, el Cristo. La conciencia crística es la culminación dentro del alma de esa Mente que estaba en Cristo Jesús. Es alcanzar la acción equilibrada de poder, sabiduría y amor del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y la pureza de la Madre mediante una llama trina del corazón equilibrada. Es la Fe perfeccionada en el deseo de hacer la Voluntad de Dios, la Esperanza en la salvación de Cristo Jesús gracias al sendero de su justicia realizado en nosotros y la excelencia de la Caridad en el más puro amor de dar y recibir en el SEÑOR.

Filipenses 2:5

Es el centro del cosmos, el punto de integración del cosmos espiritual-material; el punto de origen de toda creación física-espiritual; el núcleo, o núcleo de fuego blanco, del Huevo Cósmico, del universo espiritual-material que incluye una aparentemente interminable cadena de galaxias, sistemas estelares, mundos conocidos y desconocidos. (La Estrella Dios, Sirio, es el foco del Gran Sol Central en nuestro sector de la galaxia.) El Sol detrás del sol es la Causa espiritual que yace tras el efecto físico que vemos como nuestro sol físico y de todas las demás estrellas o sistemas de estrellas, visibles o no visibles. Véase Sol Central.
El que, a través del Cristo y por haberse revestido de la Mente que hubo también en Cristo Jesús, ha alcanzado la maestría del tiempo y el espacio y, en el mismo proceso, también del yo en los cuatro cuerpos inferiores y en los cuatro cuadrantes de la Materia, en los chakras y en la llama trina equilibrada. Ha transmutado cuando menos el 51 por ciento de su karma, cumplido con su plan divino y pasado las iniciaciones del rayo rubí para el ritual de la ascensión: la aceleración por medio del fuego sagrado hacia la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY. Los maestros ascendidos habitan en los planos del Espíritu –el reino de Dios (la conciencia de Dios)– y pueden enseñar a las almas no ascendidas en un templo etérico o en las ciudades etéricas del plano etérico (el reino de los cielos).

Filipenses 2:5

1. Un maestro ascendido que ha alcanzado la con­ciencia cósmica y encarna la luz/energía/conciencia de muchos mundos y sistemas de mundos por todas las galaxias hasta el Sol detrás del Gran Sol Central.      2. Un ser de Dios que nunca ha descendido por debajo del nivel del Cristo, nunca ha estado en encamación física ni ha hecho karma humano ni ha cometido pecado, sino que ha sido parte de la Virgen Cósmica y sostiene un equilibrio cósmico para el retorno de las almas desde el valle (velo) del dolor hacia el Corazón Inmaculado de la Madre Bendita.

La polaridad masculina de la Divinidad; la coordenada de la Materia; Dios como Padre, que necesariamente incluye dentro de Su propia polaridad a Dios como Madre, de ahí que se le conozca como Dios Padre-Madre. El plano de la Presencia YO SOY, de la perfección; el lugar de morada de los maestros ascendidos en el reino de Dios.

     En minúsculas, como en “espíritus”, es sinónimo de desencarnados o entidades astrales; “espíritu”, en singular y con minúsculas, y alma se usan indistintamente.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

Seres de la tierra, el aire, el fuego y el agua; espíritus de la naturaleza que son los siervos de Dios y el hombre en los planos de la Materia para el establecimiento y sostenimiento del plano físico como plataforma para la evolución del alma. A los elementales que sirven al elemento fuego se les llama salamandras; a los que sirven al elemento aire, silfos; a los que sirven al elemento agua, ondinas; a los que sirven al elemento tierra, gnomos. Véase elemental del cuerpo, Elohim.
El fuego de la Kundalini, que se encuentra como una serpiente enroscada en el chakra de la base de la columna (el muladhara), y que con pureza espiritual y automaestría se eleva hacia el chakra de la coronilla, acelerando los centros espirituales o chakras a su paso. Dios, luz, vida, energía, el YO SOY EL QUE YO SOY. “Nuestro Dios es un fuego consumidor” (Hebreos 12:29). El fuego sagrado es la precipitación del Espíritu Santo para el bautismo de las almas, para la purificación, para la alquimia y la transmutación y para alcanzar la ascensión, ritual sagrado mediante el cual el alma retorna al Único.
Jerarca de las huestes angelicales; el rango más alto entre las órdenes de ángeles. Para cada uno de los siete rayos hay un arcángel que lo preside y que personifica, junto con una arcangelina (su complemento divino), la conciencia divina del rayo y dirige a las bandas de ángeles que bajo su mando prestan servicio en ese rayo. Para sus nombres, rayos y ubicación de sus retiros véase Tabla de los ocho rayos .
(“el que es como Dios”). Arcángel del primer rayo, Príncipe de los Arcángeles, el primero entre sus pares a quien todos los demás arcángeles y sus legiones rinden pleitesía. Conocido como el Defensor de la Fe, el Paladín de la Mujer y Su Simiente y el Líder en la Batalla de Armagedón, que viene en defensa de la conciencia crística en el pueblo de Dios. Su intercesión por los hijos de Dios en esta era está profetizada en Daniel 12:1: “Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces: mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallaren escritos en el libro.”
Elohim femenino del cuarto rayo, el rayo de la pureza, cuyo trabajo consiste en liberar a las almas del plano astral y de las proyecciones de las fuerzas oscuras. Llamada “Starry Mother” (Madre Estelar), blandiendo su círculo y espada de llama azul exorciza a los demonios posesivos de toda clase de adicciones, incluyendo la entidad del suicidio. Véase Elohim, Tabla de los ocho rayos  y visualización .
Helios es el Dios de este sistema solar y su morada se encuentra en centro mismo del sol físico. Junto Vesta, con su llama gemela, presta servicio representando a la Divinidad para aquellos que evolucionan en los planetas que giran alredor del sol. Su conciencia sostiene nuestro sistema solar.
Conocido como el Maestro R, es un ser cósmico cuyo cuerpo causal es una gigantesca esfera azul que rodea al planeta. Manu de la séptima raza raíz, destinada a encarnar en Sudamérica, es el instructor de Saint Germain. Sus retiros son la Mansión de Rakoczy y la Cueva de Luz.
Elohim masculino del quinto rayo, conocido también como el Ojo Omnividente de Dios o el Gran Vigilante Silencioso. Véase Elohim, Señores del Karma, Tabla de los ocho rayos .

Ciclo de iluminación, paz y armonía en el que las almas de la humanidad se fusionan en la Llama del Cristo para el cumplimiento del plan divino, “como Arriba, así abajo”. A través de la convergencia del plano etérico y la capa etérica con los tres vehículos inferiores del cuerpo planetario y sus evoluciones, el reino de los cielos se manifestará en la tierra tal como ya existe ahora en la octava etérica. Véase cuerpo etérico.

     “Era de oro significa una era basada en el patrón oro –el patrón del oro de la conciencia crística, de la regla de oro, del oro como luz del sol precipitada para el equilibrio de la mente y de las emociones y para el flujo de la vida incluso en el plano físico” (Dios del Oro).

la madre de Jesús. Véase arcángel, Madre María, Tabla de los ocho rayos.
Chohán del primer rayo, de la Voluntad de Dios. Maestro ascendido. Jefe del Consejo de Darjeeling de la Gran Hermandad Blanca, fundador de The Summit Lighthouse, instructor y patrocinador de los mensajeros Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet. Su extraordinaria devoción a la palabra y las obras de Dios es una poderosa corriente que ha permeado todas las encarnaciones de su alma en la tierra, durante las que permaneció firme en el papel de defensor, instructor y ejemplo delante de nuestro espíritu elevándose vertiginosamente hacia el Amor. Véase Tabla de los ocho rayos .