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♦ Cuzco, emisario de la Estrella-Dios

Cuzco es un discípulo de y director de su retiro de la voluntad de Dios cerca de Suva, el Retiro Sagrado de la Llama Azul. Este retiro se encuentra en una isla al noreste de Viti Levu (la más grande de las islas Fiyi), tanto bajo el mar como en el interior de las montañas. Durante muchos siglos Cuzco ha estado al servicio del amado Surya para evitar o mitigar actividades cataclísmicas. Su gran poder equilibrador de paz, su consejo para que sigamos la sabiduría que nos ofrece la Gran Hermandad Blanca y su amor divino son radiantes regalos para toda la humanidad.

El retiro de Cuzco está dedicado a mantener el equilibrio de fuerzas en la Tierra, a ajustar la Tierra al peso de los efluvios kármicos y a mantener a la Tierra sobre su eje y en órbita. Los que sirven con Cuzco en su retiro utilizan tecnología avanzada, lo cual incluye computadoras e instrumentos científicos.

Durante milenios el eje de la Tierra ha estado inclinado en un ángulo considerable debido al gran peso de la discordia de las evoluciones del planeta. Durante la comparativamente reciente corrección del eje de la Tierra en el nivel etérico (el 12 de octubre de 1958), fueron el Cuzco y otros miembros de las huestes ascendidas los que estuvieron vigilando y detuvieron la acción cataclísmica que podría haber ocurrido durante este ajuste, ajuste que permitirá al planeta Tierra recibir bendiciones de en mayor medida.

Cuzco se preocupa por las violentos vórtices de ira, odio, miedo, frustración, confusión, escarnio, insidia y muchos otros moméntum de fuerza psíquica que arremeten precipitadamente contra las corrientes de vida de los seres no ascendidos. Nos ha dado el Decreto "Cuenta hasta nueve",' con el cual los individuos podemos proteger nuestros contra los bombardeos de estas violentas embestidas es.

Surya y Cuzco también se ocupan de la elevación de la llama de (Madre) y la cultura de la Tierra de la Madre. El culto a la , destinado a cobrar prominencia a medida que entremos en la , fue la base de la civilización de . La caída de Mu fue el resultado directo de la Caída del hombre, que alcanzó su punto más bajo en la profanación de los santuarios dedicados a la . Mediante la adoración a la Maternidad de Dios y la elevación en la sociedad de las funciones del aspecto femenino de la Deidad, se espera que la ciencia y la religión alcancen de nuevo su punto álgido, y que el hombre descubra el Espíritu de Dios como la llama enclaustrada en el altar de su propio ser.

El maestro ascendido Cuzco explicó el significado de su nombre en un dictado dado en Cuzco (Perú), el 23 de diciembre de 1973, en el que dijo:

Yo soy la Presencia magistral que aclama la venida del ser hecho Cristo. Y éste es el significado interior, el patrón de luz del nombre Cuzco: la venida del ser hecho Cristo.

También dijo:

Soy la gobernante de una llama que estuvo anclada aquí [en Cuzco] hace miles de años, mucho más allá de la noche de los tiempos y el espacio como lo calculáis vosotros. Y la llama es un foco de corazones, corazones consagrados al , consagradas a una nueva raza y a una .

El 4 de abril de 1969 Cuzco dijo que algunos de nosotros estuvimos con él en el Templo del Viento, en Lemuria:

Yo, Cuzco de tiempos inmemoriales, he reinado sobre las islas del mar. En América del Sur me recuerdan bien y me honran.

Cuzco trabaja de cerca con la para mantener el equilibrio en la transición de la Tierra de la a la era de Acuario. En su dictado de 1988, dijo:

Mantengo el equilibrio de las corrientes de los mares y de los continentes. Y desde mi retiro, que los no ascendidos no frecuentan, el equilibrio de las mareas y el desencadenamiento del de la esfera planetaria pueden enviarse por edicto superior. Así, trabajamos muy de cerca con la vida elemental y los cuatro jerarcas de los elementos…

Es el gran deseo de toda la vida elemental llevar una transición pacífica y tranquila en toda la Tierra. Desgraciadamente, no ha habido cooperación por parte de muchos. ¡Ah, que la vaya al corazón de aquellos que tienen más conocimiento pero que lideran su protesta con ira y así, hasta cierto grado, niegan la oportunidad de ser instrumentos del Dios Armonía…

Desde mi retiro emito la llama de la resurrección para que podáis estar por encima del alboroto, la agitación, por encima de la discordia y de todas las cargas del final de siglo…

Soy un emisario del Dios Surya. Soy un emisario del punto focal del y de la sede del gobierno divino de esta galaxia [la Estrella-Dios Sirio… Cada vez que llamáis al amado Surya, también soy el eco que responde, pues soy el de ese Gran Ser y, por lo tanto, os traigo el equilibrio de vuestro llamado.

Acudiré a vosotros si me llamáis. Estaré en vuestro corazón si me aceptáis. Vengo en la plenitud de la llama del consuelo del . Traigo consuelo a la vida toda y presto ayuda a todo lo que tiene vida a ajustarse a nuevos ciclos.

© Summit University Press

 

Decreto Cuenta hasta Nueve

 

COUNT-TO-NINE DECREE
by Cuzco

DECRETO “CUENTA HASTA NUEVE”
Por Cuzco

Count-to-Nine Decree - Preamble

 

In the name of the beloved mighty victorious Presence of God, I AM in me, my very own beloved Holy Christ Self, beloved Archangel Michael, Prince Oromasis, Mighty Astrea, Goddess of Light, beloved Ascended Master Cuzco, beloved Guru Ma and Lanello, the entire Spirit of the Great White Brotherhood and the World Mother, elemental life—fire, air, water, and earth! I decree:

 

En el nombre de la amada, poderosa y victoriosa Presencia de Dios YO SOY en mí, de mi propio amado Santo Ser Crístico, amado Arcángel Miguel, Príncipe Orómasis, Poderosa Astrea, Diosa de la Luz, amado Maestro Ascendido Cuzco, amados Gurú Ma y Lanello, todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca y la Madre del Mundo, vida elemental: ¡fuego, aire, agua y tierra!, yo decreto:

 

Count-to-Nine Decree - Decree (3x)

 

(Visualize the white light filling the ovoid of the aura)

Come now by Love divine,

Guard thou this soul of mine,

Make now my world all thine,

God’s Light around me shine.

 

(Visualice la luz blanca llenando el ovoide del aura)

Ven ahora por el Amor de Dios,

rotege tú mi alma aquí,

Haz ahora mi mundo tuyo

Que la Luz de Dios brille en mí.

 

(Visualize a band of white fire around the solar plexus)

I count one,

It is done.

O feeling world, Be still!

Two and three,

I AM free,

Peace, it is God’s Will.

 

(Visualice una banda de fuego blanco alrededor del plexo solar)

Cuento uno,

Hecho está.

¡Aquiétate, mundo emocional!

Dos y tres,

Libre SOY,

Paz, es tu divina Voluntad.

 

(Visualize a band of white fire around the neck and throat chakra)

I count four,

I do adore

My Presence all divine.

Five and six,

O God, affix

My gaze on Thee sublime!

 

(Visualice una banda de fuego blanco alrededor del cuello y del chakra de la garganta)

Cuento cuatro,

Presencia divina

Yo siempre te adoro.

Cinco y seis,

¡Oh Dios en ti

Mis ojos pongo!

 

(Visualize a band of white fire around the head and third eye)

I count seven,

Come, O Heaven,

My energies take hold!

Eight and nine,

Completely thine,

My mental world enfold!

 

(Visualice una banda de fuego blanco alrededor de la cabeza y del tercer ojo)

Cuento siete,

Ven, oh Cielo,

¡Mis energías domina!

Ocho y nueve,

Tuyo plenamente,

¡Mi mundo mental envuelve!

 

(Visualize the white light encircling all of the chakras and the four lower bodies)

The white-fire Light now encircles me,

All riptides are rejected!

With God’s own might around me bright

I AM by Love protected!

 

(Visualice la luz blanca rodeando a todos los chakras y a los cuatro cuerpos inferiores)

La luz de fuego blanco me rodea,

¡Rechazadas son todas las mareas!

¡Con el poder de Dios a mi alrededor

YO SOY protegido por el Amor!

 

Count-to-Nine Decree - Sealing

 

I accept this done right now with full Power! I AM this done right now with full Power! I AM, I AM, I AM God-Life expressing Perfection all ways at all times. This which I call forth for myself I call forth for every man, woman, and child on this planet!

 

¡Yo acepto que esto se cumpla ahora mismo con pleno Poder! ¡YO SOY esto cumplido ahora mismo con pleno Poder! YO SOY, YO SOY, YO SOY, la Vida Divina expresando Perfección de todas las formas y en todo momento. ¡Esto que invoco para mí, lo invoco para todo hombre, mujer y niño en este planeta!

 

© Church Universal and Triumphant

 

 

Beloved Surya and Beloved Cuzco

Beloved Surya and Beloved Cuzco

 

O masters of the love ray

Surya, blessed one of God

Teacher of old, beloved Cuzco

For your sustaining radiance, we adore.*

Our gratitude is flowing

You hold the balance for the earth

Your focus in the isle at Suva

And in the magnet of the Central Sun.

 

 

 

Surya dear from Sirius

The God Star—Presence of each one

From seven spheres, O come and seal us

In the immaculate, the God-design.

O radiate from Sirius

Blue-lightning angels of God’s love

And in this hour give cosmic balance

To usher in the coming golden age.

 

 

 

We thank you for your service

And for the Court of Sacred Fire

Directing man to holy Christhood

E’er since the glory of the land of Mu.

O flood the earth with wisdom

Blest Lords of Mind and Lords of Form

Transmute all shadow into beauty

Your cosmic purpose flow and be reborn.

 

 

 

O masters, charge your love rays

The fullness of the mind of God

For love becomes the holy radiance

And universal love is power, too.

For love becomes the action

And love becomes the Christ

And love bursts forth as song and music

And lingers in the heart the whole day long.

 

 

 

O masters, blaze your love rays

To children of the dawning age

For love is universal beauty

An altar of all God-reality.

The flame of love exalteth

The flame of love, it is our life

The flame of love in nature blesses

And love fulfills the law within, without.

 

 

 

We call to bands of angels

That form the Mighty Eagle Blue

To radiate celestial power

The planet Earth, all men of faith renew.

We raise our voices, Father

Outpouring love and holy praise

To spheres of light arid bliss eternal

For gift of life and consciousness always.

 

 

 

© The Summit Lighthouse

 

Retiro de la Llama Azul

 

 

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Surya es un ser cósmico de Sirio. Ejerce el extraordinario poder de la Estrella-Dios Sirio en beneficio de las evoluciones de la tierra.

En la mitología y la religión de la India aparece como el Sol y el Dios Sol. La palabra sánscrita surya se deriva de la raíz sur o svar = "brillar".

Un maestro ascendido es el que, a través del Cristo y por haberse revestido de la Mente que hubo también en Cristo Jesús, ha alcanzado la maestría del tiempo y el espacio y, en el mismo proceso, también del yo en los cuatro cuerpos inferiores y en los cuatro cuadrantes de la Materia, en los chakras y en la llama trina equilibrada. Ha transmutado cuando menos el 51 por ciento de su karma, cumplido con su plan divino y pasado las iniciaciones del rayo rubí para el ritual de la ascensión: la aceleración por medio del fuego sagrado hacia la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY. Los maestros ascendidos habitan en los planos del Espíritu –el reino de Dios (la conciencia de Dios)– y pueden enseñar a las almas no ascendidas en un templo etérico o en las ciudades etéricas del plano etérico (el reino de los cielos).

Filipenses 2:5

1. Un maestro ascendido que ha alcanzado la con­ciencia cósmica y encarna la luz/energía/conciencia de muchos mundos y sistemas de mundos por todas las galaxias hasta el Sol detrás del Gran Sol Central.      2. Un ser de Dios que nunca ha descendido por debajo del nivel del Cristo, nunca ha estado en encamación física ni ha hecho karma humano ni ha cometido pecado, sino que ha sido parte de la Virgen Cósmica y sostiene un equilibrio cósmico para el retorno de las almas desde el valle (velo) del dolor hacia el Corazón Inmaculado de la Madre Bendita.
Helios es el Dios de este sistema solar y su morada se encuentra en centro mismo del sol físico. Junto Vesta, con su llama gemela, presta servicio representando a la Divinidad para aquellos que evolucionan en los planetas que giran alredor del sol. Su conciencia sostiene nuestro sistema solar.
Cuatro capas de cuatro distintas frecuencias que rodean al alma (los cuerpos físico, emocional, mental y etérico) y que proveen al alma de vehículos en su viaje por el tiempo y el espacio. La capa etérica, la de más alta vibración, es la entrada para los tres cuerpos superiores: el Ser Crístico, la Presencia YO SOY y el cuerpo causal. Son las túnicas de pieles mencionadas en Génesis 3:21. Véase cuerpo astral, cuerpo de los deseos, cuerpo emocional, cuerpo etérico, cuerpo físico, cuerpo mental, Gráfica de tu Ser Divino, magnetismo animal.
adj. Que tiene o porta las características del plano astral. n. Frecuencia del tiempo y el espacio más allá del físico, pero por debajo del mental, que corresponde al cuerpo emocional del hombre y al inconsciente colectivo de la raza. Debido a que el plano astral ha sido enturbiado por pensamientos y sentimientos impuros, el término “astral” también se utiliza en un contexto negativo para referirse a aquello que es impuro o “psíquico”. Véase psíquico.
véase Lemuria Lemuria o Mu, el continente perdido del océano Pacífco que, según los descubrimientos de James Churchward, arqueólogo y autor de El continente perdido de Mu, se extendía cinco mil kilómetros hacia el sur desde el norte de Hawái, hacia la Isla Oriental y las islas Fiyi, y estaba constituido por tres áreas de tierra que median más de ocho mil kilómetros de oriente a poniente. La historia que relata Churchward sobre la antigua Tierra Madre está basada en registros inscritos en tablillas sagradas que asegura haber descubierto en la India. Descifró dichas tablillas con la ayuda de un sacerdote de un templo hindú. Durante cincuenta años de inves­tigación confirmó su contenido comparando con otros textos, inscripciones y leyendas que descubrió en el Sudeste de Asia, en Yucatán (México), Centroamérica, las islas del Pacífico, Norteamérica, el antiguo Egipto y otras civilizaciones. Él calcula que Mu fue destruido aproximadamente hace doce mil años por el colapso de las cámaras de gas que sostenían al continente.

Mapa de Lemuria de El continente perdido de Mu, por James Churchward (1927). Este mapa basado en lecturas de antiguos textos que hizo Churchward, muestra el continente de Lemuria como era antes de su destrucción final.

Madre Divina, Madre Universal y Virgen Cósmica son otros tantos términos para designar la polaridad femenina de la Divinidad, la manifestación de Dios como Ma­dre. La Materia [inglés: Matter] es la polaridad femenina del Espíritu y los maestros ascendidos utilizan el término  alternadamente con Mater (latín: “madre”). En este contexto, todo el cosmos material se convierte en el vientre de la creación, hacia el cual el Espíritu proyecta las energías de la Vida. La Materia es, entonces, el vientre de la Virgen Cósmica, quien, como la otra mitad del Todo Divino, también existe en el Espíritu como polaridad espiritual de Dios.

Jesús mismo reconoció a Alfa y Omega como los más altos representantes del Dios Padre-Madre y con frecuencia se refirió a Alfa como Padre y a Omega como Madre. Quienes asumen la polaridad femenina de la conciencia después de su ascensión son maestras ascendidas. Junto con todos los seres femeninos (polarizados femeninamente) en las octavas de luz, son los focos de la llama de la Madre Divina para las evoluciones de la humanidad que se desarrollan en muchos sistemas de mundos. Sin embargo, siendo andróginos, todos los miembros de las huestes celestia­les son focos de cualquiera de los atributos masculinos o femeninos de la Divinidad a voluntad, pues ya han entrado en las esferas de la Totalidad Divina. Madre de la Llama (o Madre del Mundo). Cargo en la jerarquía que ocupan sucesivamente aquellas devotas no ascendidas designa­das por la Gran Hermandad Blanca para nutrir, o incubar, la llama de la Vida en toda la especie humana. En 1961, Clara Louise Kieninger fue nombrada primera Madre de la Llama de la Fraternidad de Guardianes de la Llama por Saint Germain. El 9 de abril de 1966, ese manto fue transferido a la mensajera Elizabeth Clare Prophet. En ese momento Clara Louise Kieninger se convirtió en la Madre de la Llama Regente. Hizo su ascensión el 25 de octubre de 1970 en Berkeley, California, y continúa ocupando ese cargo desde el estado ascendido.
La séptima era, del séptimo rayo, que es el rayo de la llama violeta, la séptima dispensación, cuyo jerarca es Saint Germain. Ciclo de dos mil años posterior a Piscis; la era del Espíritu Santo y de la Madre Divina. Acuario puede ser una era de libertad, paz e iluminación, de progresos tecnológicos combinados con desarrollo espiritual. Puede ser una era en la que rompamos definitivamente con el pasado aplicando la llama violeta.
Mu, el continente perdido del océano Pacífco que, según los descubrimientos de James Churchward, arqueólogo y autor de El continente perdido de Mu, se extendía cinco mil kilómetros hacia el sur desde el norte de Hawái, hacia la Isla Oriental y las islas Fiyi, y estaba constituido por tres áreas de tierra que median más de ocho mil kilómetros de oriente a poniente. La historia que relata Churchward sobre la antigua Tierra Madre está basada en registros inscritos en tablillas sagradas que asegura haber descubierto en la India. Descifró dichas tablillas con la ayuda de un sacerdote de un templo hindú. Durante cincuenta años de inves­tigación confirmó su contenido comparando con otros textos, inscripciones y leyendas que descubrió en el Sudeste de Asia, en Yucatán (México), Centroamérica, las islas del Pacífico, Norteamérica, el antiguo Egipto y otras civilizaciones. Él calcula que Mu fue destruido aproximadamente hace doce mil años por el colapso de las cámaras de gas que sostenían al continente.

Mapa de Lemuria de El continente perdido de Mu, por James Churchward (1927). Este mapa basado en lecturas de antiguos textos que hizo Churchward muestra el continente de Lemuria como era antes de su destrucción final.

La Madre Divina, específicamente en su percepción inmaculada (conciencia cósmica) de nuestra Totalidad Divina que sostiene por todos nosotros —nosotros, los hijos de su Presencia Solar que nadamos en su vientre cósmico. La Omega cuyo sonido “Om” conduce al Sonido insonoro detrás de toda la creación. Véase Madre.
Véase Presencia YO SOY.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

Véase llama gemela. La llama gemela es el complemento masculino o femenino del Espíritu concebida a partir del mismo cuerpo de fuego blanco, el ovoide de fuego de la Presencia YO SOY.

Ciclo de iluminación, paz y armonía en el que las almas de la humanidad se fusionan en la Llama del Cristo para el cumplimiento del plan divino, “como Arriba, así abajo”. A través de la convergencia del plano etérico y la capa etérica con los tres vehículos inferiores del cuerpo planetario y sus evoluciones, el reino de los cielos se manifestará en la tierra tal como ya existe ahora en la octava etérica. Véase cuerpo etérico.

     “Era de oro significa una era basada en el patrón oro –el patrón del oro de la conciencia crística, de la regla de oro, del oro como luz del sol precipitada para el equilibrio de la mente y de las emociones y para el flujo de la vida incluso en el plano físico” (Dios del Oro).

Véase elementales.

Con la llegada de Jesucristo y de la dispensación de Piscis se abrió a los hijos de Dios la puerta de la Presencia YO SOY. El Padre envió a Su Hijo, el Unigénito del YO SOY EL QUE YO SOY, para convertirse en el Bendito Mediador entre el plano de Su absoluta perfección y el plano de imperfección al que Sus hijos descarriados habían descendido.

     Con la dispensación de Jesucristo, el Conquistador de la era de Piscis, se postergó una enorme cantidad de karma de la humanidad. Mediante su sacrificio y su victoria se quitó todo el peso del mal uso de la luz en todo el planeta, dando a las evoluciones de la tierra la oportunidad de realizar el pleno potencial de su realidad crística. Hacia el final del ciclo, los “pecados” del mundo que cargó Jesucristo el Salvador —el karma mundial aplazado por la gracia y la misericordia de la Ley— se fueron devolviendo a la humanidad para que pudiera vencer el pecado, la enfermedad y la muerte. Al llevar su propia carga de karma personal y planetario, ahora tienen los hombres la oportunidad de aplicar las enseñanzas de los maestros ascendidos para redimir las energías mal utilizadas en ciclos anteriores, así como de cumplir con los requisitos para la ascensión siguiendo el sendero de discipulado bajo la guía de Jesús, quien dijo: “El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará, porque yo voy a mi Padre” (Juan 14:12).

     Fue una era de oportunidad para derrotar al karma y saldarlo en un ciento por ciento si los individuos así lo deseaban.

     ¡Durante los últimos dos mil años los Cuatro Jinetes estuvieron entregando un paquete de karma personal y planetario! Esto significa que el karma acumulado de las evoluciones de la tierra durante las once eras pasadas se venció en los albores de la era de Piscis.

     Si el avatar Jesucristo no hubiera intervenido para mitigar ese karma de 25,800 años, en la tradición de los adeptos de Oriente, ya que el Señor Maitreya, el Buda Gautama y Sanat Kumara habían sostenido ese karma antes que él, todo el karma habría descendido al iniciar la era de Piscis. Pero como Jesús eligió encarnar y cumplir su misión, este karma fue mitigado en porcentajes y se permitió que descendiera en una serie de ciclos a lo largo de toda la era.

     Los Cuatro Jinetes se desplazaron por ciclos, en una aparente carrera. Con cada ciclo —durante el cual recorrieron los doce signos del zodiaco entregando el karma de la humanidad en las doce líneas del reloj cósmico se fueron acercando al centro, los ciclos se acortaron y duraron cada vez menos.

     El primer ciclo, que empezó hace dos mil años, duró 1305 años. El último, que incluyó el decenio de los años noventa, tomó sólo 12 años. Y así, a lo largo de una carrera implacable de veinte siglos los Cuatro Jinetes fueron trazando a nuestro alrededor una espiral de energía cada vez más apretada que se fue aproximando cada vez más a la octava física.

Dijo Elizabeth Clare Prophet en 1991:

"A medida que nos acercamos al final de la era de Piscis, estamos cosechando el karma de ese ciclo de dos mil años así como de ciclos anteriores. En los días de Noé, Dios a través de la naturaleza borró la computadora planetaria, aunque no completamente, con el hundimiento de la Atlántida, conocido como el diluvio. Nuestro karma se ha venido acumulando no solamente desde el diluvio sino también desde la anterior era de Piscis, hace 25,800 años.

     "El karma no es un castigo, aunque los que lo reciben puedan experimentarlo como tal. La intención del karma es que nos enseñe las lecciones de vida que nos hemos rehusado a aprender de otra manera. El karma es el efecto de cualquier pensamiento, sentimiento, palabra y acción que hayamos echado a andar contaminando la energía de Dios en el ejercicio de nuestro propio libre albedrío...

     "El mensaje de los años noventa, el decenio de transición entre dos eras, la de Pscis y la de Acuario, es: Debemos pagar nuestras deudas kármicas...

     "El tiempo y el espacio nos ofrecen la opción de saldar karma antes de que se venza —pagar la hipoteca, por así decir, antes que el cobrador se quede con nuestra granja, nuestro negocio o nuestra casa. ¡Y precisamente es ésta la finalidad de la vida."

(sánscrito: “acto, acción, obra”). El karma es energía/conciencia en acción; la ley de causa y efecto y retribución. Llamada también ley del círculo, que decreta que cualquier cosa que hagamos completará un círculo y regresará a nuestra puerta para resolución. Pablo dijo: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” Newton observó: “Para toda acción hay una reacción igual y opuesta.” La ley del karma requiere que el alma reencarne hasta que todos los ciclos kármicos se hayan saldado. Así, de una vida a la siguiente el hombre determina su destino por sus acciones, incluyendo sus pensamientos, sentimientos, palabras y obras. Saint Germain enseña el sendero acelerado de la transmutación del karma con la llama violeta del Espíritu Santo y trascendiendo las rondas de renacimiento a través del sendero de la cristeidad individual que conduce a la ascensión demostrada por Jesús.

Gálatas 6:7

Es un aspecto del séptimo rayo del Espíritu Santo. Es el fuego sagrado que transmuta la causa, el efecto, el registro y el recuerdo del pecado, es decir, del karma negativo. También se le denomina llama de la transmutación, de la libertad y del perdón. Cuando la llama violeta se invoca por medio de la ciencia de la Palabra hablada, produce cambios constructivos.

Un vórtice de energía, física o espiritual, central para los sistemas de mundos, que lanza desde su interior, o que atrae hacia sí con el imán del sol central. Ya sea en el micro­cosmos o en el macrocosmos, el sol central es la principal fuente de energía, el vórtice o el nexo de intercambio de energía en los átomos, las células, el hombre (el chakra del corazón), entre la vida vegetal y el centro de la tierra. El Gran Sol Central, también llamado Gran Eje, es el centro del cosmos; el punto de integración del cosmos del Espíritu-Materia; el punto de origen de toda creación física-espiritual; el núcleo, o núcleo de fuego blanco, del Huevo Cósmico. (Sirio, la Estrella Dios, es el foco del Gran Sol Central en nuestro sector de la galaxia.)

(hindi: cela, del sánscrito: ceta, “esclavo”, esto es, “sirviente”). En la India, discípulo de un maestro religioso o guru. Término utilizado generalmente para hacer referencia a un estudiante de los maestros ascendidos y sus enseñanzas. Específicamente, estudiante disciplinado y devoto más allá de lo ordinario, iniciado por un maestro ascendido y que sirve a la causa de la Gran Hermandad Blanca. Véase discipulado.
Véase Alfa y Omega.

La Tercera Persona de la Trinidad; la omnipresencia de Dios; las lenguas hendidas de fuego que focalizan a Dios Padre-Madre, también llamado el fuego sagrado; las energías de Vida que animan a un cosmos. En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el Espíritu Santo corresponde a Shiva, conocido como el Destructor-Liberador porque su amor que todo lo consume, cuando se invoca en los planos de la Materia, ata a las fuerzas del mal y transmuta la causa y el efecto de las creaciones erróneas de los hombres, liberándolos de la prisión de su karma y de los seres oscuros que la habitan. El prana es la esencia del Espíritu Santo que ingerimos con el aliento del fuego sagrado a través de los chakras para nutrir a los cuatro cuerpos inferiores. El Espíritu Santo es el foco del equilibrio del Dios Padre-Madre en el núcleo de fuego blanco del ser. El exorcismo de los espíritus malignos y de las entidades impuras se realiza mediante el fuego sagrado del Espíritu Santo, en el nombre del Cristo y del YO SOY EL QUE YO SOY. Los nueve dones del Espíritu Santo son poderes que se otorgan a los siervos del Señor para atar a la muerte y el infierno y realizar Sus obras en la tierra.

La Persona y la Llama del Espíritu Santo es el Consolador que Jesús prometió que vendría cuando nuestro Señor nos dejara –a iluminarnos, a instruirnos y a hacernos recordar todas las cosas que el amado Jesús nos ha enseñado, tanto en la tierra como en el cielo. Cada vez que un hijo o hija de Dios asciende a la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY, el Espíritu Santo desciende para llenar el vacío y magnificar la Presencia del Señor en la tierra. Es éste el ritual del descenso del Espíritu Santo prometido por Jesús a sus discípulos cuando el Maestro dijo: “Permaneced en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis dotados del poder de las alturas”, cosa que ocurrió en Pentecostés después del ascenso de Jesús al cielo.

El representante de la llama del Espíritu Santo para las evoluciones de la tierra es el maestro ascendido que ocupa el cargo de Maha Chohán . El Espíritu Santo es la Personalidad Impersonal de la Divinidad y está ubicada en el lado occidental de la Ciudad Cuadrangular. Véase Gráfica de tu Ser Divino.

1 Corintios 12:4-11; Juan 14:16, 26; 16:7; Lucas 24:49, 51; Marcos 16-19; Hechos 2:1-4