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♦ K-17, jefe del Servicio Secreto Cósmico

“K-17” es el nombre en código del que encabeza el Servicio Secreto Cósmico. Sus miembros son devotos del que utilizan su visión divina para prevenir a los ciudadanos del cosmos de las amenazas a la seguridad de la individualización de la llama divina: amenazas a la vida y a la libertad, amenazas a los gobiernos del mundo y a la familia como unidad básica de la sociedad de Acuario.

Los miembros del Servicio Secreto Cósmico son los guardianes del destino de libertad en los Estados Unidos de América y en todas las naciones de la Tierra. Debido a la naturaleza de su servicio, K-17 y sus colaboradores se encuentran muy cerca de la octava física. Con frecuencia aparecen con forma física como guardianes de la acción correcta en medio del caos y las crisis, ayudando a los miembros de las diversas agencias de seguridad de las naciones del mundo. Algunas veces trabajan realmente encubiertos, asumiendo la apariencia de aquellos en cuyas filas y organizaciones quieren penetrar.

K-17 explica que sus legiones

se han consagrado a ser esos miembros de la que están más cerca de la octava física y su vibración física… Se ha dicho de mí que realizo más apariciones físicas en los salones de los gobiernos y entre los líderes de las naciones que cualquier otro maestro ascendido. Esto se debe a la dispensación otorgada a las legiones del Servicio Secreto Cósmico para trabajar tan cerca de la humanidad que ésta puede realmente sentir nuestra presencia tangible, y por eso en momentos de peligro se calman sus temores porque sienten la presencia de la ayuda celestial que siempre está disponible ahí donde hay dedicación a la llama del honor.

K-17 emplea un campo de fuerza protector conocido como un “anillo no pasarán”, que es en realidad un anillo de fuego blanco que puede estar teñido de los colores de los rayos, según sea la necesidad del momento. K-17 traza un círculo de llama viva alrededor de personas y lugares para proteger y sellar la identidad y el campo de fuerza de aquellos que están dedicados al servicio a la luz.

Tanto K-17 como su hermana fueron capaces de mantenerse en vida en el cuerpo físico durante más de trescientos años antes de ascender, en la década de 1930. Continuando su evolución y servicio a la humanidad encarnada, ahora tienen una villa en París así como focos en otras partes del mundo para el entrenamiento de s no ascendidos.

K-17 visita con frecuencia las oficinas ejecutivas del gobierno de los Estados Unidos en un cuerpo físico y trabaja de cerca con miembros del FBI. Está igualmente familiarizado con el Kremlin, aunque ellos no son conscientes de su verdadera identidad.

En 1973, K-17 describió el trabajo de sus legiones y cómo nosotros podemos ayudarles:

Mis legiones ―dijo― son agentes del y están siempre alertas con el fin de buscar aquellas manifestaciones subversivas contra el y el desarrollo de la conciencia búdica en la humanidad… Mis legiones tienen computadoras que registran toda clase de información de todo tipo de personas, pues debemos estar preparados ya que prestamos servicio, junto con el Guardián de los Pergaminos, para proveer a cualquier maestro ascendido en cualquier momento lo que vosotros denominaríais un expediente sobre la corriente de vida.

Los maestros ascendidos utilizan esta información para determinar la aptitud de una persona para realizar un trabajo específico que se le asigne.

Tenemos puestos vacantes en nuestras filas para quienes deseen participar, mediante el uso del Ojo Omnividente de Dios y con la ayuda de , en la llamada de atención a la jerarquía sobre las personas y condiciones, las organizaciones y los sucesos que no guardan la Ley y que son… una amenaza para el avance de la luz en el planeta. Sabéis que Dios es omnisciente. Pero la omnisciencia de Dios se manifiesta a través de su percepción de sí mismo en el . Dios usa vuestras manos y pies. También usa vuestros ojos. Y así, no es improcedente que los que están encarnados llamen la atención de la jerarquía sobre situaciones que se están gestando y que están planificadas, las cuales necesitan el sello de fuego blanco: el anillo no pasarán.

También deseo daros a conocer el hecho de que en vuestro servicio con las legiones de K-17, podéis llevar puesto el manto de invisibilidad. El manto de invisibilidad es un campo energético que puede haceros invisibles mientras camináis por peligrosos pasajes y por las avenidas al servicio de la Hermandad. Pero os pido que recordéis cuándo deseáis ser vistos… que solicitéis a vuestro Ser Crístico que os quite el manto de invisibilidad…

Con certeza hay momentos, como aprenderéis de mis legiones, en que es importante caminar por la Tierra de incógnito. Cuando comprendáis que os encontráis en el campo del enemigo y que estáis ahí para reunir información y enteraros de lo que podáis por la luz, entonces debéis permanecer en los pliegues del manto de invisibilidad y vuestra conciencia y os dirán que el silencio es oro, que una retirada a tiempo es una victoria.

Hay muchas personas encarnadas que prestan servicio con el Servicio Secreto Cósmico. Esto se debe a que muchos maestros ascendidos que prestan servicio en los consejos de la no han estado encarnados recientemente. Una vez que ascienden, no siguen en contacto con la situación del mundo y con la sociedad contemporánea en la misma medida en que cuando estaban encarnados en la Tierra. Aunque poseen el poder de sintonizarse con la humanidad, no emplean más energía que la necesaria para realizar su servicio.

La rama no ascendida del Servicio Secreto Cósmico reúne información sobre casos específicos, redacta informes sobre las situaciones del mundo y ofrece opiniones sobre lo que debería hacerse en ciertos temas.

Los informes de los varios agentes son reunidos y examinados. Los maestros comparan sus propias perspectivas con las sugerencias de los agentes no ascendidos. En la mayoría de los casos entregan los resultados en forma concisa al . Las acciones finales de la Hermandad están basadas, por tanto, en cierto grado, en la información reunida por los que están encarnados.

En 1977, reveló que había trabajado con K-17 durante muchos siglos antes de ascender. Estos dos maestros continúan trabajando juntos y en 1966 ofrecieron un informe sobre la situación mundial, solicitando que los estudiantes hicieran llamados a Ciclopea para desenmascarar y evitar ataques a la nación de los Estados Unidos.

K-17 y las legiones a sus órdenes deberían ser llamadas para desenmascarar, por el poder del Ojo Omnividente, a aquellas fuerzas y complots que quieren socavar el plan que Saint Germain tiene para el gobierno divino en la . Su llama es de un color verde azulado y blanco. Con frecuencia le llaman simplemente “Amigo”.

© Summit University Press

 

To K-17

To K-17

A K-17

Κ-17, Son of Light

Keep protection's armor bright

Serving the Brotherhood of Light

By the pow'r of the I AM might

In dear Freedom's name

Guarding the Freedom Flame.

 

K-17, Hijo de la Luz

mantén la armadura de protección brillante

sirviendo a la Hermandad de la Luz

con la fuerza del poderío del YO SOY

en el nombre de la querida Libertad

guardando la Llama de la Libertad.

 

Refrain:
Flower of hope, threefold flame
Fleur-de-lis, in God's name
Symbol of our dear Saint Germain
Protect the Keeper of the Flame
By thy secret pow'r
Guard us ev'ry hour.

 

Refrán:
Flor de esperanza, llama trina,
flor de lis, en el nombre de Dios,
símbolo de nuestro querido Saint Germain,
protege al Guardián de la Llama.
Con tu secreto poder
cuídanos a toda hora.

 

Silent love, standing guard

In the cause of pure regard

For the Brothers of the Light

For our Brotherhood in white

Ring-pass-not revealed

Ring-pass-not God sealed.

 

Silente amor, montando la guardia

en la causa de la mirada pura,

para la Hermandad de la Luz,

para nuestra Hermandad vestida de blanco,

el anillo no pasarán revelado

el anillo no pasarán sellado.

 

K-17, thy secret pow'r

Guards the earth every hour

From thy service everywhere beams

Through the all-seeing eye supreme

Send protection's gleam

From thy great heart of peace.

 

K-17, tu secreto poder

cuida a la tierra a toda hora;

desde tu servicio por doquier irradia

a través del ojo omnividente supremo.

Manda tu resplandor de protección

desde tu gran corazón de paz.

 

© The Summit Lighthouse

 

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El que, a través del Cristo y por haberse revestido de la Mente que hubo también en Cristo Jesús, ha alcanzado la maestría del tiempo y el espacio y, en el mismo proceso, también del yo en los cuatro cuerpos inferiores y en los cuatro cuadrantes de la Materia, en los chakras y en la llama trina equilibrada. Ha transmutado cuando menos el 51 por ciento de su karma, cumplido con su plan divino y pasado las iniciaciones del rayo rubí para el ritual de la ascensión: la aceleración por medio del fuego sagrado hacia la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY. Los maestros ascendidos habitan en los planos del Espíritu –el reino de Dios (la conciencia de Dios)– y pueden enseñar a las almas no ascendidas en un templo etérico o en las ciudades etéricas del plano etérico (el reino de los cielos).

Filipenses 2:5

Véase Ciclopea.

cósmica. La cadena universal de seres libres en Dios individualizados que cumplen con los atributos y los aspectos de la infinita Individualidad de Dios. Dentro del esquema de la jerarquía cósmica están los Logos Solares, los Elohim, los Hijos e Hijas de Dios, maestros ascendidos y maestros no ascendidos con sus círculos de chelas, seres cósmicos, las doce jerarquías solares, arcángeles y ángeles del fuego sagrado, hijos de la luz, espíritus de la naturaleza (los elementales) y llamas gemelas de la polaridad de Alfa y Omega que patrocinan sistemas planetarios y galácticos.

     Esta orden universal de la propia Auto-Expresión del Padre es el medio por el cual Dios, en el Gran Sol Central, desacelera la Presencia y el poder de Su ser/conciencia universal para que las evoluciones sucesivas en el tiempo y el espacio, de la más pequeña a la más grande, puedan llegar a conocer el milagro de Su amor. El nivel de realización espiritual/física de un individuo –medida por la autopercepción equilibrada, “oculta con el Cristo en Dios”, y que con Su amor demuestra Su Ley en el cosmos del Espíritu y la Materia– es el criterio que establece dónde está colocado el individuo en la escala de la vida llamada jerarquía.

     En el siglo III, Orígenes de Alejandría describió su concepción de una jerarquía de seres que va de los ángeles a los seres humanos, a los demonios y las bestias. El conocido erudito y teólogo de la Iglesia primitiva, que expuso la piedra angular de la doctrina de Cristo, y sobre cuyas obras los subsiguientes padres de la Iglesia, doctores y teólogos edificaron sus tradicio­nes, enseñaba que a las almas se les asignan sus respectivos cargos y deberes con base en acciones y méritos pasados, y que cada una tiene la oportunidad de subir o de bajar de rango. Muchos seres de la jerarquía celestial están nombrados en el libro del Apocalipsis. Aparte de la falsa jerarquía del Anticristo, que incluye a los ángeles expulsados, algunos de los miembros de la Gran Hermandad Blanca enlistados por Jesús son Alfa y Omega, los siete Espíritus, los ángeles de las siete iglesias, los Veinticuatro Ancianos, las cuatro bestias, los santos vestidos de blanco, los Dos Testigos, el Dios de la Tierra, la Mujer vestida del Sol y su Niño-Hombre, el arcángel Miguel y sus ángeles, el Cordero y su esposa, los ciento cuarenta y cuatro mil que llevan el nombre del Padre escrito en la frente, el ángel del Evangelio Eterno, los siete ángeles (esto es, los arcángeles de los siete rayos) parados delante de Dios, el ángel vestido de nube y con un arco iris sobre la frente, los siete truenos, El Fiel y Verdadero y sus ejércitos, y aquel que estaba sentado en el gran trono blanco. Véase Elohim.

(hindi: cela, del sánscrito: ceta, “esclavo”, esto es, “sirviente”). En la India, discípulo de un maestro religioso o guru. Término utilizado generalmente para hacer referencia a un estudiante de los maestros ascendidos y sus enseñanzas. Específicamente, estudiante disciplinado y devoto más allá de lo ordinario, iniciado por un maestro ascendido y que sirve a la causa de la Gran Hermandad Blanca. Véase discipulado.
Cargo de la jerarquía actualmente ocupado por el Señor Maitreya bajo Gautama Buddha, el Señor del Mundo. Sinónimo de Cristo Universal. Véase Cristo.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18

Elohim masculino del quinto rayo, conocido también como el Ojo Omnividente de Dios o el Gran Vigilante Silencioso. Véase Elohim, Señores del Karma, Tabla de los ocho rayos .
(inglés: man). La manifestación de Dios; varón y hembra hechos a la imagen y semejanza de Dios (Elohim). La humanidad o la especie humana; el Homo sapiens.

Dios es un Espíritu y el alma es el potencial vivo de Dios. La petición de libre albedrío que el alma hizo  y su consiguiente separación de Dios tuvieron como consecuencia el descenso de este potencial al estado carnal inferior. Sembrada en deshonor, el alma está destinada a elevarse con honores a la plenitud de ese estado divino que es el Espíritu único de toda Vida. El alma puede perderse; el Espíritu no puede morir.

     El alma permanece como un potencial que ha caído a niveles más bajos de vibración y de conciencia, y debe ser imbuida de la realidad del Espíritu, purificada por medio de la oración y la súplica y devuelta a la gloria de la cual descendió y a la unidad del Todo. Esta reunión del alma con el Espíritu es el matrimonio alquímico, que determina el destino del ser y lo convierte en uno con la Verdad inmortal. Cumplido este ritual, el Ser superior se corona Señor de la Vida y se descubre que el potencial de Dios realizado en el hombre es el Todo-en-todo.

Orden espiritual de santos occidentales y adeptos orientales que se han reunido con el Espíritu del Dios vivo; las huestes celestiales. Han trascendido los ciclos de karma y renacimiento y ascendido (acelerado) a aquella realidad superior que es la morada eterna del alma. En cada era, cultura y religión han surgido maestros ascendidos de la Gran Hermandad Blanca, unidos para los más altos propósitos de la hermandad del hombre bajo la Paternidad de Dios, para inspirar avances creativos en la educación, las artes y las cien­cias, el gobierno divino y la vida abundante en las economías de las naciones. La palabra “blanca” no se refiere a raza sino al aura (halo) de luz blanca que circunda su forma. La Hermandad comprende entre sus filas a ciertos chelas no ascendidos de los maestros ascendidos. Jesucristo reveló la existencia de esta orden celestial de santos “vestidos de blanco” a su siervo Juan. Véase jerarquía cósmica, Pléyades. Apocalipsis 3:4, 5; 6:9-11; 7:9, 13, 14; 19:14
Los Señores del Karma. Los seres ascendidos que componen el Consejo Kármico. Su nombre y el rayo que representan en él son los siguientes: primer rayo, el Gran Director Divino; segundo rayo, la Diosa de la Libertad; tercer rayo, la Maestra Ascen­dida Nada; cuarto rayo, el Elohim Ciclopea; quinto rayo, Palas Atenea, Diosa de la Verdad; sexto rayo, Porcia, Diosa de la Justicia; séptimo rayo, Kuan Yin, Diosa de la Misericordia.

     Los Señores del Karma administran la justicia en este sistema de mundos, y adjudican karma, misericordia y juicio a todas las corrientes de vida. Todas las almas deben pasar delante del Consejo Kármico antes y después de cada encarnación en la tierra; reciben su asignación y su porción kármica para cada periodo de vida por anticipado y luego se pasa revista a su actuación al terminar. Gracias al Guardián de los Pergaminos y a los ángeles registradores, los Señores del Karma tienen acceso al registro completo de cada corriente de vida encarnada en la tierra. Ellos determinan quién ha de encarnar, así como cuándo y dónde. Asignan a las almas a una comunidad o a una familia, sopesando cuánta carga de karma debe saldarse, en cumplimiento de cada “punto y tilde” de la ley. El Consejo Kármico, en consonancia con la Presencia YO SOY y el Ser Crístico individuales, determina cuándo se ha ganado el alma finalmente el derecho a quedar libre de la rueda de karma y de las rondas de renacimiento.

     Los Señores del Karma se reúnen en el retiro del Royal Teton dos veces al año, en los solsticios de invierno y de verano, para revisar peticiones de la humanidad no ascendida y para otorgar dispensaciones con el fin de asistirla.

Nombre que asumió Mark L. Prophet, mensajero de la Gran Hermandad Blanca, al hacer su ascensión. Compuesto por “Lan”, de Lancelot, y “ello”, de Longfellow, dos de sus encarnaciones. Junto con otros seres celestiales, el maestro ascendido Lanello dirige espiritualmente las actividades de The Summit Lighthouse desde el mundo celestial como el "guru siempre presente".

Ciclo de iluminación, paz y armonía en el que las almas de la humanidad se fusionan en la Llama del Cristo para el cumplimiento del plan divino, “como Arriba, así abajo”. A través de la convergencia del plano etérico y la capa etérica con los tres vehículos inferiores del cuerpo planetario y sus evoluciones, el reino de los cielos se manifestará en la tierra tal como ya existe ahora en la octava etérica. Véase cuerpo etérico.

     “Era de oro significa una era basada en el patrón oro –el patrón del oro de la conciencia crística, de la regla de oro, del oro como luz del sol precipitada para el equilibrio de la mente y de las emociones y para el flujo de la vida incluso en el plano físico” (Dios del Oro).