Volver a Armadura de Jesús

♦ Nota explicatoria

“Velad conmigo”, Vigilia de las horas de es un compendio en tres partes de oraciones e invocaciones dictadas por Jesucristo a través de sus Mensajeros Mark y Elizabeth Prophet para la protección de la de todos los hombres. Las tres secciones, que duran alrededor de veinte minutos cada una, se combinan para constituir un servicio de una hora. Todo el que vela con el Maestro durante una hora cada semana conmemora la vigilia solitaria que Jesús guardó para el mundo en el Jardín de Getsemaní.

Se os invita a que tengáis una vela encendida delante cuando iniciéis vuestra meditación con un minuto de silencio. Nuestro Señor hizo hincapié en la necesidad de rezar con el corazón y de alcanzar un de participación semanal regular, a una hora determinada. Algunos acaso deseen dar el servicio diariamente; os alentamos a que lo hagáis si podéis. El programa está tan difundido que cada hora del día y de la noche, alguien, en algún lugar, está dando el servicio con vosotros. Recordamos la promesa de Jesús: “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo, en el medio de ellos”.

“Velad conmigo”, Vigilia de las horas de Jesús está disponible en CD. En esta grabación en inglés, Elizabeth Clare Prophet y discípulos de Jesús se aúnan a vosotros a plena voz cuando dais vuestra “Vigilia” cada semana. El coro y el acompañamiento musical os permitirán participar en el canto de himnos de alabanza que forman parte del servicio.

Viene también incluido en este cuaderno, así como en la cinta, el Rosario del Niño de la , entregado a para la celebración de la Divina en los templos de Sus hijos e hijas. Ésta constituye también nuestra respuesta a la súplica de la Madre María, en Fátima, de dar el rosario para interceder por las s de Luz del planeta durante estos tiempos de gran tribulación. El canto final a honra a San José, el protector de Jesús y María, cuyo amor y fuerza les ayudaron a cumplir su misión. En esta hora en que se cumple el destino de las naciones, damos nuestro amor a Saint Germain, patrocinador de y de los del mundo.

 

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El maestro ascendido Jesucristo . El avatar de la era de Piscis; la encarnación de la Palabra, el Cristo Universal; el ejemplo de conciencia crística que los hijos de Dios tendrían que haber manifestado durante la dispensación de dos mil años de la era de Piscis; aquel que manifestó la plenitud del Ser Crístico y que por tanto fue llamado Jesús el Cristo. Vino para revelar el Ser Crístico individual a la humanidad entera y para demostrar las obras del Padre (la Presencia YO SOY) que Sus hijos e hijas pueden realizar en y a través de la llama del Ser Crístico o Yo Crístico individual. Jesús ocupa el cargo de Instructor del Mundo en la jerarquía, que comparte con el maestro ascendido Kuthumi, quien estuvo encarnado como san Francisco. El retiro de Jesús es el Templo de la Resurrección, ubicado en el reino etérico sobre Tierra Santa. También presta su servicio en el Retiro Árabe, en el desierto de Arabia, al noreste del Mar Rojo. Véase “Jesucristo y Saint Germain vienen a señalar el camino en la era de Acuario”, en Alquimia II.

La conciencia o percepción de uno mismo en y como el Cristo; alcanzar un nivel de conciencia conmensurable con el que alcanzó Jesús, el Cristo. La conciencia crística es la culminación dentro del alma de esa Mente que estaba en Cristo Jesús. Es alcanzar la acción equilibrada de poder, sabiduría y amor del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y la pureza de la Madre mediante una llama trina del corazón equilibrada. Es la Fe perfeccionada en el deseo de hacer la Voluntad de Dios, la Esperanza en la salvación de Cristo Jesús gracias al sendero de su justicia realizado en nosotros y la excelencia de la Caridad en el más puro amor de dar y recibir en el SEÑOR.

Filipenses 2:5

[Los maestros ascendidos utilizan continuamente la palabra momentum en sus enseñanzas, con el significado original del término, que en inglés es “la fuerza del movimiento [motion] adquirida por un objeto en movimiento [moving] como resultado de la prolongación de [dicho] movimiento [motion]” (traducido de Webster Third International Dictionary).

La palabra momentum en latín significa “movimiento” y fue usada por el físico y matemático Isaac Newton (1643-1727) para describir un cuerpo en movimiento. El latín era la lengua de uso en las universidades europeas a la sazón. Hoy este concepto se llama “movimiento lineal” o “momento lineal”. Se representa por una p y su fórmula es p = m * v, donde m = masa, v = velocidad. Cuando damos un impulso a un objeto, éste empieza a moverse. La Primera Ley del Movimiento de Newton dice que si se retira el impulso el objeto sigue moviéndose a una velocidad constante. Para parar el objeto hay que aplicar una fuerza. Mientras más pesado el objeto (más masa), más fuerza se requiere para detenerlo. Asimismo, mientras más rápido va el objeto (más velocidad), más difícil resulta detenerlo.

La palabra momentum es una deformación de movimentum, formada por el verbo movere (“mover”) y el sufijo -entum, equivalente a -ento en español, que en este caso indica estado físico.

Podría traducirse por “momento”, pero para evitar confusión con el significado más común de este término (un instante de tiempo) hemos dejado siempre “moméntum” en nuestras traducciones. Es el equivalente de lo que algunos traducen por "impulso acumulado".]

Al estudiar estos reinos de la jerarquía también aprendemos algo acerca de cómo aplicamos la llama que está en nuestro corazón. Aprendemos, entonces, que es la energía del rayo azul, el impulso [thrust] del poder, la que da ímpetu [impetus] a la idea contenida en la mente de Dios. Sin ese impulso de energía, la idea carece de moméntum [momentum]. Es como la flecha lanzada desde el arco. Es la energía para estirar la cuerda hacia atrás la que da moméntum a la flecha que es la idea de Dios dirigiéndose a la manifestación.

Elizabeth Clare Prophet, en “The torch is passed”.

Arcangelina del quinto rayo, complemento divino del arcángel Rafael, Reina de los Ángeles y la bendita madre de Jesús. Su nombre significa Rayo de la Madre (inglés: Mother Ray, Ma Ray). Llamada por el Padre para encarnar en la tierra y dar nacimiento al Cristo que habría de salvar a aquellas almas que habían sido descarriadas por los rebeldes luciferinos, María es uno de los miembros de las huestes del SEÑOR que a lo largo de sus encarnaciones en la tierra ha ejemplificado ardientemen­te la Maternidad de Dios… Al concluir su vida de santidad como la Madre de Jesús, y habiendo cumplido su plan divino, María ascendió al corazón del Padre. Hoy presta servicio a la humanidad en la “Iglesia viviente” en niveles internos, muy cerca de las jerarquías de ángeles y maestros ascendidos que conforman la Gran Hermandad Blan­ca. La intercesión de la Madre María es inmediata cuando se da su Rosario de la Nueva Era, que dictó a la Mensajera Elizabeth Clare Prophet en 1972. Véase María, la madre de Jesús.

"Guru Ma", la mensajera de la Gran Hermandad Blanca en activo de 1961 a 1999, que hizo su transición a los planos superiores en 2009. Infundida del fuego del Espíritu Santo y la era de Acuario, fue pionera del pensamiento religioso moderno, enseñando los senderos místicos de las principales religiones del mundo. Sus libros desafían al cristianismo dominante con preguntas audaces y respuestas aún más audaces.

Madre Divina, Madre Universal y Virgen Cósmica son otros tantos términos para designar la polaridad femenina de la Divinidad, la manifestación de Dios como Ma­dre. La Materia [inglés: Matter] es la polaridad femenina del Espíritu y los maestros ascendidos utilizan el término  alternadamente con Mater (latín: “madre”). En este contexto, todo el cosmos material se convierte en el vientre de la creación, hacia el cual el Espíritu proyecta las energías de la Vida. La Materia es, entonces, el vientre de la Virgen Cósmica, quien, como la otra mitad del Todo Divino, también existe en el Espíritu como polaridad espiritual de Dios.

Jesús mismo reconoció a Alfa y Omega como los más altos representantes del Dios Padre-Madre y con frecuencia se refirió a Alfa como Padre y a Omega como Madre. Quienes asumen la polaridad femenina de la conciencia después de su ascensión son maestras ascendidas. Junto con todos los seres femeninos (polarizados femeninamente) en las octavas de luz, son los focos de la llama de la Madre Divina para las evoluciones de la humanidad que se desarrollan en muchos sistemas de mundos. Sin embargo, siendo andróginos, todos los miembros de las huestes celestia­les son focos de cualquiera de los atributos masculinos o femeninos de la Divinidad a voluntad, pues ya han entrado en las esferas de la Totalidad Divina. Madre de la Llama (o Madre del Mundo). Cargo en la jerarquía que ocupan sucesivamente aquellas devotas no ascendidas designa­das por la Gran Hermandad Blanca para nutrir, o incubar, la llama de la Vida en toda la especie humana. En 1961, Clara Louise Kieninger fue nombrada primera Madre de la Llama de la Fraternidad de Guardianes de la Llama por Saint Germain. El 9 de abril de 1966, ese manto fue transferido a la mensajera Elizabeth Clare Prophet. En ese momento Clara Louise Kieninger se convirtió en la Madre de la Llama Regente. Hizo su ascensión el 25 de octubre de 1970 en Berkeley, California, y continúa ocupando ese cargo desde el estado ascendido.

Dios es un Espíritu y el alma es el potencial vivo de Dios. La petición de libre albedrío que el alma hizo  y su consiguiente separación de Dios tuvieron como consecuencia el descenso de este potencial al estado carnal inferior. Sembrada en deshonor, el alma está destinada a elevarse con honores a la plenitud de ese estado divino que es el Espíritu único de toda Vida. El alma puede perderse; el Espíritu no puede morir.

     El alma permanece como un potencial que ha caído a niveles más bajos de vibración y de conciencia, y debe ser imbuida de la realidad del Espíritu, purificada por medio de la oración y la súplica y devuelta a la gloria de la cual descendió y a la unidad del Todo. Esta reunión del alma con el Espíritu es el matrimonio alquímico, que determina el destino del ser y lo convierte en uno con la Verdad inmortal. Cumplido este ritual, el Ser superior se corona Señor de la Vida y se descubre que el potencial de Dios realizado en el hombre es el Todo-en-todo.

Chohán del séptimo rayo, de la libertad. Maestro ascendido. Jerarca de la era de Acuario y patrocinador de los Estados Unidos de América. Inicia a las almas en la ciencia y el ritual de la alquimia y la transmutación con la llama violeta, mediante el poder de la Palabra hablada, la meditación y la visualización. Su retiro en América del Norte es la Cueva de los Símbolos en Table Mountain, Wyoming. También utiliza el Retiro del Royal Teton en el Grand Teton, en Jackson Hole (Wyoming); el retiro de su guru, el Gran Director Divino, la Cueva de la Luz en la India; y la Mansión de Rakoczy, su foco en Transilvania. Las melodías clave de la Mansión de Rakoczy son: Cuentos de los Bosques de Viena y la Mar­cha Rakoczy. Véase Tabla de los ocho rayos .

“No es el nombre de una nación sino el nombre de un cuerpo de portadores de Luz cuyos emisarios, enviados por Dios hace muchísimo tiempo, determinaron establecer esas tierras como el sitio donde Sanat Kumara podría gozar de la relación con los suyos… Todos los que forman parte de ese cuerpo y esa comitiva de Sanat Kumara llevan el nombre de América, encarnan el espíritu de América y por ello pueden llamarse ‘americanos’ en sentido espiritual. El nombre de la Raza YO SOY (inglés: I AM Race) está inscrito en clave en esta palabra” (Diosa de la Libertad).

     La palabra América está compuesta por las siete letras que forman las palabras I AM Race, lo que significa una “raza de portadores de luz” que descendió de las alturas, de la Presencia YO SOY. Estos portadores de luz de todas las naciones guardan la memoria interna de la individualización de la divinidad identificada ante Moisés como YO SOY EL QUE YO SOY (Éxodo 3:13-15). Dentro del corazón llevan la semilla del YO SOY EL QUE YO SOY.

Ser un portador de luz significa llevar al Cristo, es el que lleva la Luz que es Cristo; alguien que lleva la responsabi­lidad de la cristeidad en sí mismo y en otros defendiendo la verdad y honrando a Dios; alguien que ha sido ungido por la conciencia crística y profesa esta iluminación para todos. El Portador de Luz es el Guardián de la Llama cuyo lema debe ser “YO SOY el guardián de mi hermano - YO SOY el guardián de la Luz del Cristo en mi hermano”.