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♦ La ciencia de la Palabra hablada, por Elizabeth Clare Prophet

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Pon a prueba la de la Palabra hablada y vislumbra lo que la luz
puede hacer por ti y lo que tú puedes hacer por un mundo necesitado!

[Tercer capítulo de Mensajes de Saint Germain y los arcángeles para la era de Acuario, © 1999, Summit University Press.]

 

Cuando era adolescente aprendí a utilizar un poder universal, un poder que está al alcance de todos. En 1957, siendo estudiante de primer curso en la universidad de Antioch, en Yellow Springs (Ohio), tuve una de las varias experiencias asombrosas que he tenido con este poder.

Era el comienzo del verano y a última hora me di cuenta de que no quería pasar las vacaciones en mi dormitorio. Quería volver a casa, regresar a Red Bank, en Nueva Jersey, pero no tenía quién que me llevara ni dinero para el viaje.

Me fui a dar un paseo y llame a Dios en voz alta: “¡Dios, tengo que volver a casa y tú me vas a llevar allí!” De regreso a mi dormitorio subí corriendo los tres pisos de escaleras hasta llegar a mi cuarto. La respuesta a mi petición surgió tan de repente que me dejó casi sin aliento. Porque al llegar al último escalón una voz grito: “¿Alguien necesita viajar a Nueva Jersey?”

“¡Yo!” ―dije.

La voz era de un hombre de la fuerza aérea de la base de Wright-Patterson. ¿Era conveniente que aceptara la invitación de un extraño? Mis compañeras de habitación estaban preocupadas, pero yo sabía que estaría segura con aquel hombre porque era la respuesta a mi petición.

Preparé mis cosas y me metí en el automóvil. Después de los exámenes finales me encontraba agotada, así que me eché a dormir en el asiento trasero. Dormí durante la mayor parte del viaje y el conductor que Dios me había enviado me llevó sana y salva hasta la puerta de mi casa.

Sabía que tenía algo importante en mis manos. Había accedido a un poder del universo pronunciando una orden. Dios responde cuando hago una petición directa en voz alta.

Varios años atrás había leído sobre un método de oración llamado decreto en los libros de Guy y Edna Ballard del movimiento religioso YO SOY. Los decretos se basan en un sistema de afirmaciones positivas que usan el nombre de Dios “YO SOY EL QUE YO SOY”.

En 1961, asistí a una reunión de la organización The Summit Lighthouse, en la que conocí a su fundador, Mark Prophet, quien más tarde se convertiría en mi instructor y esposo. Mark recibía revelaciones inspiradas por los maestros ascendidos. Los maestros le dieron a Mark muchos decretos, que él después publicó. Cuando yo también comencé a recibir revelaciones de los maestros ascendidos, escribí otros decretos.

Los decretos forman parte de un sistema dinámico de oraciones llamado la “ciencia de la Palabra hablada”. Cuando usas la ciencia de la Palabra hablada te asocias con Dios. El SEÑOR le dijo a Job: “Orarás a Él [el Todopoderoso] y Él te oirá [...]. Determinarás [decretarás] asimismo una cosa y te será firme [se manifestará].” [Job 22:27, 28] E Isaías nos dice: “Así dice el Señor, el Santo de Israel, y su formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos.” [Isaías 45:11]

El propósito del uso de la ciencia de la Palabra hablada, como verás, no es hacer que sucedan cosas buenas ―como conseguir que alguien me llevara a casa o un auto nuevo― sino ponerte en contacto con los maestros ascendidos, los arcángeles y tu Ser Superior. Una vez que se ha producido este contacto, puedes atraer el poder de Dios para conseguir aquello que necesites a fin de cumplir el plan de tu vida y ayudar a otros.

Pero lo más especial es que puedes usar la ciencia de la Palabra hablada para invocar la llama violeta con el fin de evitar los efectos negativos del karma que regresa, profetizado por las señales celestiales y los profetas antiguos y actuales.

 

El poder creativo del sonido

El poder creativo del sonido

Avances y estudios científicos recientes indican lo que los sabios conocían miles de años atrás: el sonido guarda la clave de los misterios del universo. El sonido puede crear y cambiar la materia. Y puede ocasionar cambios espirituales y materiales en nuestra vida.

Sabemos que el sonido puede ser una espectacular fuerza de destrucción. Una nota muy aguda puede hacer añicos una copa de cristal, un estampido supersónico puede agrietar una pared de yeso, un disparo puede provocar una avalancha. Empero, el sonido también es una fuerza constructiva, como los médicos y los especialistas en salud descubren día con día. El ultrasonido (sonido de muy alta frecuencia) se está usando para desinfectar heridas, para diagnosticar tumores o para pulverizar cálculos en el riñón. Algún día podrá incluso usarse para introducir medicamentos en el cuerpo, haciendo que las inyecciones con aguja caigan en desuso.

Actualmente los científicos están investigando los efectos del sonido en el cerebro. Cierto tipo de música clásica de compositores como Bach, Mozart y Beethoven tiene una serie de efectos positivos, entre ellos el aumento del coeficiente de inteligencia y de la memoria, así como la aceleración en el aprendizaje. Algunos especialistas en medicinas alternativas están experimentando con el uso de tonos específicos para la curación de órganos.

Un grupo de monjes benedictinos descubrió un beneficio inesperado del uso del sonido al entonar cantos gregorianos: al parecer sus cantos les energizaban el cuerpo.

Durante cientos de años los monjes benedictinos habían mantenido un riguroso horario, sólo dormían unas pocas horas cada noche y cantaban entre seis y ocho horas al día. Cuando un nuevo abad cambió el horario y redujo las horas de canto, los monjes estaban cansados y letárgicos. Cuanto más dormían, más cansados parecían estar.1

En 1967 se le pidió a Alfred Tomatis, un físico francés, psicólogo y especialista en el oído, que averiguara qué les pasaba. Encontró que los monjes en realidad cantaban para “recargarse”.2 Se reintrodujo el canto, junto con un programa de audiciones de sonidos estimulantes, y en poco tiempo los monjes recuperaron la energía para volver a su horario normal.

Para los místicos hindúes y budistas los mantras pueden liberar fuerzas que crean o destruyen. Los textos hindúes nos dicen que los yoguis han usado los mantras, junto con visualizaciones, para encender fuegos, materializar objetos físicos (por ejemplo alimentos), hacer que llueva e incluso influir en el resultado de batallas.

No obstante, su principal objetivo no era producir cambios físicos. Estaban convencidos de que los mantras les daban protección y sabiduría, aumentaban su concentración y meditación y les ayudaban a alcanzar la iluminación y la unidad con Dios.

Algunas de las mejores lecciones sobre el efecto transformador del sonido y de la ciencia de la Palabra hablada se encuentran en la Biblia. Cuando los israelitas gritaron “con gran vocerío”, la muralla de Jericó cayó a plomo. [Josué 6:20] Tras una orden de Jesús los enfermos se curaban y los espíritus inmundos eran expulsados. [Mateo 8:16; Marcos 9:25] Y el hombre cojo de nacimiento caminó por primera vez cuando Pedro le ordenó: “¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda!” [Hechos 3:1-11]

El sonido que puede transformar nuestro mundo espiritual y nuestro mundo material no es cualquier sonido. Es la palabra de Dios. En los antiguos Vedas hindúes leemos:

En el principio era Brahman con quien estaba Vac, el Verbo, y el Verbo es Brahman."

De forma similar, el apóstol Juan escribió:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." [Juan 1:1]

Y el Génesis nos dice que cuando Dios pronuncia las palabras “Sea la luz” [Génesis 1:3] comienza el proceso de la creación.

 

1. Véase "Chant: The healing power of voice. An interview with Alfred Tomatis, M.D.", de Tim Wilson, en Music: Physician for times to come, edición de Don Campbell (Wheaton, Ill., Theosophical Publishing House, Quest Books, 1991).

2. Ibid., p. 13.

 

La ciencia de la Palabra hablada: una relación interactiva entre Dios y tú

La ciencia de la Palabra hablada:
una relación interactiva entre Dios y tú

Tú también puedes aprovechar el poder creativo del sonido y del Verbo de Dios con la ciencia de la Palabra hablada. La ciencia de la Palabra hablada se basa en principios antiguos así como en revelaciones modernas.

La oración hablada constituye uno de los núcleos esenciales en la práctica de las grandes religiones de Oriente y Occidente, ya sean las oraciones judías Shema y Amidah, el Padrenuestro cristiano, el Shahadah musulmán, el Gayatri hindú o el Om Mani Padme Hum budista. Pero la ciencia de la Palabra hablada que los maestros ascendidos enseñan va más allá de todas las formas de oración de Oriente y Occidente.

Es un método de acceso al poder de Dios que combina oraciones, mantras, afirmaciones, meditaciones y visualizaciones con lo que se llama “decretos dinámicos”. Al igual que las oraciones, los decretos son peticiones a Dios pronunciadas en voz alta. Pero, más que eso, son una orden para que se manifieste la voluntad de Dios.

Un mantra es una palabra o una combinación de palabras que se consideran sagradas. Muchos mantras están compuestos por palabras en sánscrito. Según la tradición hindú, los sabios que recibieron los mantras por inspiración divina eran capaces de escuchar los tonos fundamentales del universo.

Cuando meditamos, entramos en comunión con Dios. Cuando rezamos, nos comunicamos con Dios y le pedimos ayuda. Pero cuando decretamos estamos ordenando a la luz de Dios que entre en nuestro mundo para producir un cambio alquímico. Estamos dirigiéndonos a Dios pidiéndole que envíe su luz y a sus ángeles para que entren en acción y generen una transformación personal y mundial.

La oración, la meditación y los decretos son formas de unión con Dios y con tu Ser Superior, y hay un momento y un lugar para practicar cada forma de devoción. Pero no importa qué sendero espiritual practiques, siempre puedes beneficiarte añadiendo los decretos a tus devociones porque éstos son las oraciones más poderosas que le puedes hacer a Dios.

Puede que te preguntes: ¿es realmente necesario pedirle ayuda a Dios? ¿Acaso no es Él omnisciente y no sabe ya cómo ocuparse de nuestros problemas y necesidades?

Según las leyes de Dios, ni Él ni sus representantes celestiales pueden intervenir en los asuntos humanos a menos que lo pidamos específicamente. Porque cuando Dios nos creó nos concedió libre albedrío, y respeta ese libre albedrío. Puedes ver la tierra como un laboratorio en el que Dios nos ha dado libre albedrío para experimentar y evolucionar. Si no nos hubiera dado libre albedrío, dejándonos experimentar los resultados de nuestras acciones, buenos y malos, no seríamos capaces de aprender nuestras lecciones y de esa manera crecer espiritualmente.

Sobre todo, veo la ciencia de la Palabra hablada como una relación interactiva entre el cielo y la tierra, entre tú y todos los seres del mundo celestial que están preparados para responder a tus llamados. Con esta ciencia sagrada y a la vez muy práctica puedes trabajar con los ángeles y los seres de luz para dirigir la energía de Dios hacia problemas personales y planetarios concretos, ya sea para encontrar un empleo o para mejorar una relación conflictiva, detener el crimen en tu vecindario o estabilizar la economía.

 

Jesús nos mostró cómo usar la ciencia de la Palabra hablada

Jesús nos mostró cómo usar la ciencia de la Palabra hablada

La Epístola a los Hebreos nos dice que Jesús sustentó “todas las cosas con la palabra de su poder” o, como la Biblia de Jerusalén lo describe, sostuvo “el universo por sus poderosas órdenes”. [Hebreos 1:3]

Por ejemplo, Jesús curó al hombre que buscaba sanarse en el estanque de Betesda al pronunciar la orden: “Levántate, toma tu lecho y anda”. [Juan 5:8] Cuando Jesús “reprendió al viento” y ordenó al mar: “Calla, enmudece”, cesó el viento “y fue hecha grande bonanza”. [Marcos 4:39] Y cuando resucitó a Lázaro de entre los muertos Jesús “clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!” [Juan 11:43]

En realidad Jesús nos enseñó a usar este método de oración dinámica cuando nos dio la oración del Padrenuestro. Antes de dárnosla dijo: “Vosotros, pues, oraréis así.” [Mateo 6:9]

El Padrenuestro es, en realidad, un decreto, una serie de siete órdenes que se le dan al Padre. Después de decir “Padrenuestro que estás en los cielos” se le ordena: 1) ¡Santificado sea tu nombre! 2) ¡Venga tu reino! 3) ¡Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo! 4) ¡Danos el pan nuestro de cada día! 5) ¡Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores! 6) ¡Y no nos dejes caer en la tentación! 7) ¡Mas líbranos del mal!

Lo que aprendemos de la instrucción de Jesús es que como hijos e hijas de Dios no necesitamos mendigar a nuestro Padre para satisfacer nuestras necesidades diarias. Sólo tenemos que pedir ―en forma de orden― y Él nos dará su luz, energía y conciencia en la forma que le indiquemos.

 

El nombre de Dios es poder

El nombre de Dios es poder

En el capítulo anterior hablé del nombre de Dios “YO SOY EL QUE YO SOY”. Cuando Dios reveló a Moisés su nombre, YO SOY EL QUE YO SOY, le dijo: “Éste es mi nombre para siempre, con él se me recordará por todos los siglos.” La Biblia de Jerusalén traduce este pasaje como: “Éste es mi nombre para siempre; con este nombre seré invocado por todos los siglos venideros.” [Éxodo 3:13-15] Esto nos dice que Dios nos está indicando que usemos su nombre para invocar su intercesión. Por tanto, en nuestros decretos usamos “YO SOY EL QUE YO SOY” o “YO SOY” para acceder al poder ilimitado de Dios.3

YO SOY es algo más que un nombre sagrado. Nos otorga poder. Es una fórmula científica. Cuando recitas el nombre de Dios con fe y amor, Dios emite su energía como una formidable cascada de luz para curar la mente, el alma y el corazón.

¿Qué significa el nombre “YO SOY EL QUE YO SOY”? Para mí significa sencilla pero profundamente “como arriba es abajo”. Dios esta afirmando: “Yo soy aquí abajo lo que YO SOY arriba.” Cuando tú dices “YO SOY EL QUE YO SOY” estás afirmando que Dios está donde tú estás. En realidad estás diciendo: “Como Dios es en el cielo, así Dios es en la tierra dentro de mí. Dios está ahí donde yo me encuentro. Yo soy el que ‘YO SOY’.”

Algunas veces nos decimos: “¿Dónde está Dios? ¿Por qué no me ayuda? Todo va mal en mi casa, en mi negocio.” Pues bien, intenta llamar a Dios y ordenarle literalmente: “¡En el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY, oh Dios, entra en mi vida! ¡No puedo hacer esto sin ti! ¡Envía a tus ángeles para que asuman el mando de esta situación ahora mismo!”

O puedes decir: “En el nombre de Dios ‘YO SOY EL QUE YO SOY’, en el nombre de Jesucristo y de Saint Germain, asumid el mando de ____________” y luego describes el problema concreto que sea una carga para ti o para tus seres queridos.

Oraciones sencillas y rápidas como éstas llevarán a los ángeles hasta tu misma casa. No seas modesto cuando hagas estas peticiones. Hazlas cómo ordenes dinámicas. Cuanto mayor sea el fervor y la intensidad de tu corazón, mayor será la respuesta del cielo.

También puedes usar el nombre de Dios, “YO SOY”, para crear afirmaciones breves y poderosas. Son poderosas porque cada vez que dices “YO SOY” en realidad estás diciendo “Dios en mí es”. Y cualquier cosa que afirmes detrás de las palabras “YO SOY” se convertirá en una realidad en tu mundo, porque la luz de Dios que fluye a través de ti obedecerá esa orden.

Ése es el profundo significado de lo que se conoce como conexión mente-cuerpo. Tanto lo que piensas como lo que dices produce una influencia en el estado de tu cuerpo. Tus palabras son una profecía que se realiza.

Creo que muchos de nosotros hemos perdido nuestra reverencia por la vida, una reverencia por la energía de Dios que fluye a través de nosotros a cada instante, una reverencia por el Dios que vive en nuestro interior. Si reconoces el poder divino en tu interior tendrás una sensación de admiración. Puedes decirte: “Aquí está la energía de Dios. ¿Qué haré hoy? ¿Usaré la energía de Dios para reforzar el lado negativo de la vida? ¿O la usaré para afirmar algo bello, algo real, algo que es relevante para mi progreso espiritual?”

Cuando te descubras diciendo: “Estoy cansado” o “No soy suficientemente bueno”, deténte e intenta redirigir el poder de Dios en tu interior para afirmar: “YO SOY fuerte” o “YO SOY la victoria de este trabajo”.

Jesús nos mostró cómo utilizar el poder del nombre de Dios al hacer afirmaciones como “YO SOY la resurrección y la vida”, “YO SOY la luz del mundo”, “Yo he venido para que tengáis vida y la tengáis en abundancia” y “YO SOY el camino, la verdad y la vida”. [Juan 11:25; 8:12; 10:10; 14:6]

Podemos tomar cualquiera de estas afirmaciones “YO SOY” y hacerlas nuestras, y podemos crear nuestras propias afirmaciones. Muchos decretos están compuestos de afirmaciones YO SOY. El siguiente grupo de afirmaciones fue dictado por Jesús al mensajero Mark L. Prophet. Recuerda, cada vez que dices “YO SOY” estás afirmando “Dios en mí es”. Y cuando haces un decreto es Dios el que está pronunciando ese decreto en ti.

Al articular las “Afirmaciones transfiguradoras de Jesucristo”, siente el poder de Dios en tu interior afirmando tu unidad con la fuente de toda la vida que puede ofrecerte “abundante provisión”, los recursos materiales y espirituales que necesites.

 

Transfiguring Affirmations

Transfiguring Affirmations

of Jesus the Christ

I AM THAT I AM

I AM the Open Door which no man can shut

I AM the Light which lighteth every man that cometh into the world

I AM the Way

I AM the Truth

I AM the Life

I AM the Resurrection

I AM the Ascension in the Light

I AM the fulfillment of all my needs and requirements of the hour

I AM abundant Supply poured out upon all Life

I AM perfect Sight and Hearing

I AM the manifest Perfection of being

I AM the illimitable Light of God made manifest everywhere

I AM the Light of the Holy of Holies

I AM a son of God

I AM the Light in the holy mountain of God

 

Afirmaciones Transfiguradoras

de Jesucristo

YO SOY EL QUE YO SOY

YO SOY la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar

YO SOY la Luz que alumbra a todo hombre que viene al mundo

YO SOY el Camino

YO SOY la Verdad

YO SOY la Vida

YO SOY la Resurrección

YO SOY la Ascensión en la Luz

YO SOY el cumplimiento de todas mis necesidades yrequisitos de la hora

YO SOY abundante Provisión derramada sobre toda la Vida

YO SOY Vista y Oído perfectos

YO SOY la manifiesta Perfección del ser

YO SOY la ilimitable Luz de Dios manifiesta en todas partes

YO SOY la Luz del Sanctasanctórum

YO SOY un hijo de Dios

YO SOY la Luz en el santo monte de Dios

 

3. El principio de la utilización del “YO SOY EL QUE YO SOY” en la oración fue desarrollado por Emma Curtis Hopkins. Inicialmente fue estudiante de Mary Baker Eddy, fundadora de la Ciencia Cristiana en los Estados Unidos. Más tarde, Hopkins comenzó a enseñar y fundó el movimiento religioso llamado Pensamiento Nuevo. En 1887 empezó a utilizar el término “decreto” para referirse a afirmaciones positivas precedidas por las palabras “YO SOY”, como por ejemplo “YO SOY misericordioso”.

 

La anatomía del decreto

La anatomía del decreto

Puedes considerar un decreto como una carta dirigida a Dios. Generalmente se compone de tres partes: el preámbulo, el decreto y el cierre.

 

  1. El preámbulo. El preámbulo es como un saludo al comienzo de una carta. En él nos dirigimos a los maestros ascendidos y a las huestes angelicales y les pedimos ayuda. Les damos la autoridad de asumir el mando de cualquier persona, lugar, condición o circunstancia.

    El preámbulo de un decreto es una apelación que obliga a los maestros ascendidos y a las huestes angelicales a responderte, siempre y cuando lo hagas con amor y tu petición esté de acuerdo con la voluntad y la ley de Dios. Los maestros no podrían negarse a responder estos llamamientos de la misma forma que los bomberos de tu ciudad no lo hacen cuando los llamas en una situación de emergencia. El privilegio de dirigir las energías de Dios en un decreto le corresponde a nuestro Ser Superior, una parte de nosotros que procede de Dios. El ser inferior, imperfecto e incompleto, no tiene esta autoridad.

    Por eso normalmente empezamos nuestros decretos diciendo: “En el nombre de la amada poderosa y victoriosa Presencia de Dios YO SOY en mí y de mi Santo Ser Crístico...” Al hacer esto estamos reconociendo que somos los instrumentos de Dios en la tierra y que estamos solicitando sólo aquello que sea la voluntad de Dios.

    Los preámbulos son opcionales. A veces es preferible hacer solamente la parte principal del decreto. Especialmente en el caso de los mantras, afirmaciones y órdenes breves, llamados fíat.

     

  2. La parte principal del decreto. La parte principal del decreto o el decreto mismo es la afirmación de tus deseos, aquello que estas pidiendo que se manifieste en ti o en otros. El decreto generalmente está compuesto por palabras que los maestros ascendidos han dictado a sus mensajeros, y ésa es una de las razones por las cuales los decretos son tan eficaces. Cuando recitas las palabras concretas de los santos ascendidos y de los adeptos de Oriente y Occidente que están unidos a Dios tienes acceso directo a su luz, energía y conciencia para realizar el bien.

     

  3. El cierre. En el cierre sellas el decreto en el corazón de Dios para ponerlo a Su disposición. Tú has propuesto; ahora Dios dispone. También aceptas que Dios va a responder a tus peticiones. Si no aceptas conscientemente la respuesta a tu decreto, la luz de Dios que has invocado puede quedarse en el reino del Espíritu en vez de manifestarse físicamente.

 

 

La repetición de los decretos aumenta sus beneficios

La repetición de los decretos aumenta sus beneficios

Los decretos están hechos para ser repetidos. En Oriente la gente repite sus mantras una y otra vez, incluso miles de veces al día. Pero en Occidente no estamos acostumbrados a la idea de la repetición de una oración.

Tanto místicos como científicos han demostrado los beneficios de la oración repetitiva. Los místicos de la iglesia ortodoxa oriental tienen una tradición que consiste en repetir la sencilla oración: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí”, miles de veces. A lo largo de los siglos los monjes que han hecho esto han dado testimonio de experiencias místicas extraordinarias y de un sentimiento de unión con Dios.

Los monjes medievales decían que después de repetir esta oración durante muchas horas a lo largo de varias semanas entraban en un estado de conciencia elevado. Contaban que podían ver una poderosa luz a su alrededor, que comparaban con la luz que los discípulos vieron en el rostro y las vestiduras de Jesús cuando se transfiguró. [Mateo 17:1-9, Marcos 9:2-9; Lucas 9:28-36]

El doctor Herbert Benson, presidente y fundador del Instituto de Medicina Cuerpo/Mente en la Escuela de Medicina de Harvard, comprobó que quienes repetían mantras sánscritos durante tan sólo diez minutos al día experimentaban cambios fisiológicos tales como ritmo cardíaco reducido, menor nivel de tensión y metabolismo más lento. La repetición de mantras también bajaba la presión sanguínea de los que la tenían alta y generalmente reducía el consumo de oxigeno del sujeto, indicando que el cuerpo se encontraba en un estado de relajación.

Estudios posteriores documentados en la publicación de Benson, Timeless healing, descubrieron que la repetición de mantras puede beneficiar el sistema inmunológico, mitigar el insomnio, reducir las visitas al médico e incluso aumentar la autoestima. Benson y sus colegas también pusieron a prueba otras oraciones, incluyendo “Señor Jesucristo, ten piedad de mi”, y hallaron que tenían el mismo efecto. [Véase Relatos de un peregrino ruso.]

Las personas se preguntan a menudo: “¿Por qué tengo que pedirle a Dios algo más de una vez?” Repetir un decreto no es simplemente hacer una petición una y otra vez. Cada vez que repites un decreto estás construyendo un “moméntum”, una acumulación de energía. Estás intensificando el poder del decreto a medida que lo dotas de más y más energía de Dios.

La energía de Dios fluye hacia ti en todo momento desde tu Presencia YO SOY a través del cordón cristalino. Así que mientras pronuncias tus decretos estás cargando continuamente toda la energía que se mueve a través de ti con el poder de Dios. Cuanto más decretas, más energía positiva puedes emitir al mundo para tu bendición y la de otros.

Imagínate que estás al borde de un río y viertes un litro de pintura púrpura en el agua. El agua se vuelve de un púrpura intenso; pero tan pronto como esa parte del río avanza corriente abajo, el agua se aclara de nuevo. Si quisieras hacer que todo el río fuera de color púrpura, tendrías que seguir vertiendo enormes cantidades de pintura púrpura en el agua.

Así sucede con los decretos. Sólo con decretar durante unos minutos tus decretos influirán en una situación. Pero a veces nos encontramos con situaciones tan graves que nos exigen un trabajo continuado. Pronunciar un decreto una vez no es siempre suficiente para superar desafíos importantes.

Por ejemplo, si estás muy preocupado por un ser querido que va a pasar por una intervención quirúrgica, puedes hacer decretos de curación por él durante toda la intervención. Si un avión se estrella, o se produce un accidente de tráfico o un terremoto y sabes que muchas personas están sufriendo o muriendo, será necesario que decretes durante un tiempo para apoyar a los implicados así como al personal médico que se encuentre en el escenario del suceso. Si estás considerando realizar un cambio importante en tu carrera y quieres estar seguro de cuál es el siguiente paso que hay que dar, necesitarás continuar decretando para recibir dirección divina en tu vida hasta que sientas sin lugar a dudas que tienes la respuesta.

Si queremos transmutar, a escala mundial, la acumulación del karma negativo de la humanidad que presagia guerra, plagas, agitación económica y cambios terrestres, entonces juntos tendremos que hacer decretos de llama violeta a diario y de forma tenaz. Saint Germain nos dijo en su dictado del 16 de marzo de 1996 en Santa Fe de Bogotá:

Os recuerdo que los días y las horas transcurren con rapidez. La causa de la salvación del planeta no es algo que se puede empezar hoy y dejar mañana […] Mediante vuestros decretos de llama violeta podemos mitigar los cambios terrestres o evitarlos por completo. Pero para que el éxito pueda ser el resultado de este esfuerzo millones de personas deberán dedicarse a esta causa durante los próximos tres años y medio […] Os doy el poder de usar mi llama violeta por la causa de la justicia."

La visualización aumenta el poder de tus decretos

La visualización aumenta el poder de tus decretos

Lo que piensas mientras decretas supone un gran cambio en el poder y la eficacia de los decretos. La persona que se concentra al hacer decretos puede lograr mucho más en cinco minutos que aquella que decreta todo el día sin concentración.

Cuando decretes, visualiza una imagen. Una vez que hayas memorizado el decreto, puedes cerrar los ojos mientras lo repites y fortaleces tu concentración en esa imagen.

Comienza concentrándote en tu Presencia YO SOY, a la que puedes ver como un sol resplandeciente de luz sobre tu cabeza. También te puedes concentrar en la chispa divina de tu corazón, imaginándola como una esfera de luz tan brillante como el sol. A medida que decretas, contempla miles de rayos de luz saliendo de tu corazón para curar y consolar a todos los hijos de Dios en la tierra.

También puedes mirar la imagen de uno de tus santos favoritos o de un maestro ascendido, un patrón simétrico natural o creado por el hombre que represente la perfección de Dios (por ejemplo, una estrella, una galaxia, una rosa o una forma geométrica), una bella escena de la naturaleza o una gran obra de arte.

Lograrás mejores resultados practicando la ciencia de la Palabra hablada cuando la acompañes de visualizaciones específicas de aquello que deseas que tu decreto realice. Intenta visualizar la acción descrita en cada palabra del decreto sucediendo ante ti, como si estuvieras delante de una pantalla de cine. O bien usa tu imaginación para representar la resolución de ciertas situaciones que te preocupan.

Para ayudarte a visualizar, antes de comenzar a decretar pregúntate qué es lo que quieres lograr con tus decretos. Haz una lista de tus prácticas y metas espirituales, y no olvides ponerla al día periódicamente.

Entre las metas espirituales podrías incluir: tener más amor, acercarte a tu Ser Superior o superar experiencias dolorosas de la infancia que generan problemas en tus relaciones. Las metas prácticas podrían ser: encontrar un nuevo trabajo, conseguir el dinero necesario para terminar tus estudios o encontrar nuevos amigos.

También puedes tener metas para otras personas, tu comunidad o tu nación. Tal vez deseas que tu vecindario quede libre de bandas callejeras, mantener las carreteras libres de conductores borrachos, ayudar a alguien que sufre de un dolor crónico o impedir el tráfico de drogas.

Si al decretar fijas tu atención en una meta específica, los resultados serán infinitamente más eficaces que si dejas que tu mente vague, estás distraído y tus ojos se mueven de un lado a otro por toda la habitación. Si tiendes a distraerte, no te juzgues. En vez de eso, vuelve a concentrar tu mente sin brusquedad. Cuanto más practiques mejor irás centrando tu atención.

 

Cuándo, dónde y cómo decretar

Cuándo, dónde y cómo decretar

Uno de los mejores momentos para decretar es temprano por la mañana, cuando los ángeles rodean al planeta limpiando la atmósfera y bendiciendo a la vida. Encontrarás que si lo primero que haces por la mañana es decretar el día transcurrirá de una forma mucho más tranquila. ¿Por qué? Porque cada mañana un ángel nos trae el karma del día. Tan pronto como nos levantamos, ese paquete de karma negativo nos aguarda.

Podemos hacer dos cosas. Podemos decir: “Estoy demasiado ocupado para hacer mis decretos ahora. Tendré que enfrentarme con esta pila de karma más tarde.” Si haces esto verás que el karma te perseguirá durante todo el día.

Pero si te levantas temprano y haces tus decretos tendrás un día mucho más llevadero. Serás más eficaz en tus quehaceres. La gente no entablará conversaciones innecesarias contigo, y las emergencias no te apartarán de los objetivos que te hayas marcado para ese día.

Como la oración hablada es mucho más eficaz que la oración silenciosa, es mejor que hagas tus decretos en voz alta. Si no puedes decretar en voz alta ―porque te encuentras, por ejemplo, en un lugar público― puedes repetir los decretos mentalmente.Puedes hacer decretos en cualquier lugar, incluso realizando tareas rutinarias, dando un paseo o en el automóvil. Pero intenta disponer de algún momento cada día para decretar sin interrupciones en un lugar tranquilo delante de tu propio altar, incluso si se trata de tu gabinete o un rincón de un dormitorio o de tu sala de estar.

Sobre tu altar puedes poner velas, cristales, flores e imágenes de santos, maestros ascendidos y fotografías de aquellos por los que estés rezando. Conserva la habitación bien iluminada, limpia y aireada. La iluminación escasa, el polvo, el desorden y el aire viciado impiden el flujo de la energía espiritual y hacen que tus decretos sean menos eficaces.

Es importante mantener una postura correcta mientras se decreta. Se puede decretar de pie o sentado en una silla o en la postura del loto. Si lo haces sentado, asegúrate de que la silla que uses sea cómoda y tenga un respaldo recto. Mantén la columna vertebral y la cabeza derechas. No cruces las piernas ni los brazos y mantén los pies en el suelo. Una postura incorrecta abre la conciencia a influencias negativas. Cruzar las piernas y los brazos crea un cortocircuito en las energías que están destinadas a fluir a través de ti para bendecir a toda la humanidad. Respira profunda y regularmente mientras decretas, usando el poder del aliento de Dios para proyectar Su luz a través de tus chakras y bendecir a la vida entera.

Sostén la hoja del decreto a la altura de los ojos para que no tengas que inclinarte mientras lo recitas. Puedes incluso sentarte al lado de un escritorio o de una mesa para sostener el decreto delante de ti, dejando las manos libres. Si las manos están libres, sepáralas, ponlas encima de tu regazo con las palmas hacia arriba. El dedo índice de cada mano puede tocar el pulgar.

Cuando te dispongas a decretar, haz primero una oración mencionando hacia dónde quieres dirigir la luz que invoques. Pide siempre que tu Ser Superior ajuste tus peticiones de acuerdo con lo que sea mejor para tu alma y las almas de aquellos por quienes decretas.

A continuación escoge un decreto. Pronuncia las palabras con devoción y sentimiento. Pronuncia cada palabra con intenso amor por Dios, manteniendo en la mente la visualización que hayas elegido. Comienza lentamente y a la altura de la voz que normalmente usas para hablar.

Pronunciar el decreto lentamente te permite lograr una comunión profunda y sincera con Dios. Al repetir el decreto puedes aumentar la velocidad gradualmente y subir el tono. Aunque la aceleración no es algo esencial, aumentará la capacidad que tus decretos tienen para disolver los pensamientos o las energías negativas. Debes aumentar la velocidad de tus decretos conscientemente sólo si sientes esa necesidad; el decreto debería acelerarse por sí mismo.

Repite el decreto tres o nueve veces para empezar. Cuando te sientas preparado puedes comenzar a aumentar el número de repeticiones. Al repetir un decreto 36, 40, 108 o incluso 144 veces puedes tener un mayor acceso a tus recursos espirituales y al poder de Dios.

Al repetir un decreto sentirás que adquiere un ritmo natural. El ritmo es una de las cosas que dota de poder a un decreto. De la misma forma en que un ejército que marcha al unísono puede derrumbar un puente, los decretos rítmicos pueden crear una fuerza espiritual tan intensa que consuma acumulaciones de energía negativa, patrones de hábitos y karma. El ritmo también produce un patrón vibratorio que envía la luz invocada a todo el planeta.

No te desilusiones si tus decretos no parecen ofrecerte resultados inmediatos o como los esperabas. Cuando usas la ciencia de la Palabra hablada, decretas por medio de la autoridad de Dios, y Dios te responderá como mejor convenga a tu alma. Tu Ser Superior puede intentar llevarte en otra dirección, que finalmente le proporcionará un mayor crecimiento a tu alma.

Prepárate para los resultados, incluso si no coinciden con lo que buscabas. El SEÑOR ha prometido: “Probadme ahora en esto [...] si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” [Malaquías 3:10]

Incluso si sólo puedes decretar durante unos cuantos minutos al día, esos minutos pueden suponer un cambio en tu concepción mental, tu condición física y tu relación con Dios. ¡Pon a prueba la ciencia de la Palabra hablada y contempla lo que la luz puede hacer por ti y lo que tú puedes hacer por un mundo necesitado!

 

El primer paso: tu tubo de luz

El primer paso: tu tubo de luz

Cuando te prepares para aumentar e intensificar la luz de Dios mediante tus decretos, lo mejor es empezar invocando el tubo de luz y la protección del arcángel Miguel.

El tubo de luz aparece en la grafica de tu Ser Divino. Es un cilindro de energía de unos tres metros de diámetro que te protege de la energía negativa e incluso de peligros físicos. Desciende del YO SOY EL QUE YO SOY que está encima de ti y llega hasta tus pies.

Taxista, albañil, abogado o vendedor, necesitas permanecer en perfecta calma en medio de situaciones de crisis. A lo largo de todo el día puedes ser bombardeado por los miedos, las opiniones negativas o las demandas excesivas de la gente. El tubo de luz te ayuda a permanecer centrado y en paz.

El tubo de luz también te protege de las malas energías dirigidas a ti por la ira, la condena, el odio o los celos de alguien. Cuando no estás protegido, esas vibraciones pueden irritarte o deprimirte. Incluso pueden llegar a ocasionarte accidentes.

Invoca tu tubo de luz cada mañana y repítelo cuando sea necesario a lo largo del día. Al hacerlo, visualiza la blanca luz brillante de tu Presencia YO SOY, más resplandeciente que el sol cuando brilla sobre la nieve recién caída, fundiéndose para formar ese muro de luz impenetrable.

 

Tube of Light (3x)

 

Tube of Light

Beloved I AM Presence bright,

Round me seal your Tube of Light

From Ascended Master flame

Called forth now in God's own name.

Let it keep my temple free

From all discord sent to me.

I AM calling forth Violet Fire

To blaze and transmute all desire,

Keeping on in Freedom's name

Till I AM one with the Violet Flame. [3x]

 

Tubo de Luz

Amada y radiante Presencia YO SOY,

sella a mi rededor tu Tubo de Luz

de llama de los Maestros Ascendidos

ahora invocada en el nombre de Dios.

Deja que mantenga mi templo libre

de toda discordia enviada a mí.

YO SOY invocando Fuego Violeta,

para consumir y transmutar todo deseo,

persistiendo en nombre de la Libertad

hasta que YO SOY uno con la Llama Violeta. [3x]

 

 

El arcángel Miguel, guardián de nuestros ejercicios espirituales

El arcángel Miguel, guardián de nuestros ejercicios espirituales

El arcángel Miguel es el mayor y más reverenciado de los ángeles en las escrituras y tradiciones del judaísmo, cristianismo e islamismo. En el Antiguo Testamento aparece como el guardián de Israel. Se le apareció a Josué cuando éste se preparaba para guiar a los israelitas a la batalla de Jericó y se reveló como “capitán de los ejércitos del SEÑOR”.

En uno de los pergaminos del Mar Muerto, Miguel es el “ángel poderoso y ministrante” mediante el cual Dios promete “enviar su ayuda perpetua” a los hijos de la luz. En la tradición católica, es el patrón y el protector de la Iglesia. El arcángel Miguel era uno de los tres visitantes celestiales que le revelaron a la joven campesina Juana de Arco su misión de liberar a Francia. Llamado también Mikail, que significa sabiduría, es el ángel de la naturaleza que le proporciona al hombre alimentos y conocimiento.

Como arcángel del primer rayo, el arcángel Miguel encarna las cualidades de la fe, la protección, la perfección y la voluntad de Dios. Tiene infinito número de legiones a sus órdenes, cuyo trabajo consiste en proteger a los hijos de Dios de los peligros físicos y espirituales, desde accidentes de tráfico, robos y rapto, hasta los estragos del terrorismo y la guerra.

Para cualquier cosa de la que desees liberarte, si realmente deseas ser libre, reza fervientemente todos los días al arcángel Miguel y él te liberará. Si quieres dejar de fumar, de beber o de comer demasiado, si quieres poner tu vida en orden para poder servir a Dios mejor, simplemente llama al arcángel Miguel.

El arcángel Miguel ha salvado personalmente mi vida una docena de veces que yo sepa y probablemente miles de veces de las que no soy consciente. Estoy segura de que lo mismo te ha sucedido a ti.

 

Instrucción

A continuación leerás dos decretos y una orden breve, llamada fíat, que puedes recitar para pedirle al arcángel Miguel que entre en acción. Estos decretos son para tu protección a lo largo del día y para protegerte por la noche cuando tu alma viaja fuera del cuerpo mientras duermes.

Puedes hacerlos en el auto o en el metro. Puedes hacerlos mientras viajas por aire o por mar, caminando o corriendo por un parque. Haz estos decretos en voz alta cuando vayas en tu auto y suave o silenciosamente cuando te encuentres en un transporte público.

También puedes usar estos decretos para ayudar a otros. Cuando conduces tu auto para ir a trabajar, llama al arcángel Miguel para que proteja a todos los que se encuentran en la carretera así como a todos aquellos que estén usando cualquier otra forma de transporte. Así, tu petición puede aprovecharse al máximo al dar trabajo a millones de ángeles. A lo largo del día, cuando sientas que es necesario reforzar la protección a tu alrededor o alrededor de seres que pueden estar sufriendo, deténte e invoca a este magnífico arcángel. Tu oración puede ser tan sencilla como:

 

Arcángel Miguel, ¡ayúdame! ¡ayúdame! ¡ayúdame!

 

Recita estos decretos con entusiasmo y sé consciente de que cuando llamas al arcángel Miguel y a sus legiones ellos se pondrán inmediatamente a tu lado.

 

Visualización

Visualiza al arcángel Miguel como a un arcángel de gran belleza, poder y majestuosidad, ataviado con una armadura resplandeciente y una capa de color azul zafiro y su aura del mismo color. Visualízalo delante, detrás, a tu izquierda, a tu derecha, debajo, encima y en el centro de tu ser, acompañado de un infinito número de ángeles que te protegerán y te escoltarán por dondequiera que vayas. Contempla al arcángel Miguel esgrimiendo una espada de llama azul para liberarte de todas las condiciones negativas que se oponen al progreso de tu alma en el sendero espiritual.

Mientras viajas, visualiza al arcángel Miguel rodeando a todos los vehículos que circulan por la carretera. También puedes imaginar que llevas un casco y una armadura de acero azul que impedirá que cualquier peligro físico o espiritual llegue a afectarle a tu cuerpo o a tu mente.

 

Protección de viaje

Preámbulo

En el nombre de la amada, poderosa y victoriosa Presencia de Dios, YO SOY en mi, y de mi amado Santo Ser Crístico, invoco al amado arcángel Miguel y a los ángeles del primer rayo y les pido que________________.

Pido que mi llamado sea multiplicado y usado para ayudar a todas las almas necesitadas de este planeta. Os doy las gracias y acepto que esto sea hecho ahora mismo con pleno poder, de acuerdo con la voluntad de Dios.

Decreto

 

Traveling Protection

 

Traveling protection

Lord Michael before, Lord Michael behind,

Lord Michael to the right, Lord Michael to the left,

Lord Michael above, Lord Michael below,

Lord Michael, Lord Michael wherever I go!

I AM his Love protecting here!

I AM his Love protecting here!

I AM his Love protecting here!

 

Protección de viaje

San Miguel al frente, San Miguel a mis espaldas,

San Miguel a mi derecha, San Miguel a mi izquierda,

San Miguel arriba, San Miguel abajo,

San Miguel, San Miguel dondequiera que voy.

¡YO SOY su amor protegiendo aquí!

¡YO SOY su amor protegiendo aquí!

¡YO SOY su amor protegiendo aquí!

 

(Recítese tres o nueve veces con alegría y entusiasmo)

 

Guard, Guard, Guard Us

 

Guard, Guard, Guard us!

Guard, Guard, Guard us!
By the lightning of thy Love!

Guard, Guard, Guard us!
By thy Great Self above!

Guard, Guard, Guard us!
By thy secret power of Light!

Guard, Guard, Guard us!
By thy great and glorious Might!

And seal us safe forever
In thy diamond heart of Light!

 

¡Protégenos, protégenos, protégenos!

¡Protégenos, protégenos, protégenos!
¡Por el relámpago de tu Amor!

¡Protégenos, protégenos, protégenos!
¡Por tu Gran Ser en las alturas!

¡Protégenos, protégenos, protégenos!
¡Por tu poder secreto de Luz!

¡Protégenos, protégenos, protégenos!
¡Por tu gran y glorioso Poder!

¡Y séllanos a salvo por siempre
en tu corazón diamantino de Luz!

 

Cierre

 

Sealing

 

And in full Faith I consciously accept this manifest, manifest, manifest! [3x] right here and now with full Power, eternally sustained, all-powerfully active, ever expanding, and world enfolding until all are wholly ascended in the Light and free! Beloved I AM! Beloved I AM! Beloved I AM!

 

¡Y con plena Fe yo acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste, se manifieste, [3x] aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan ascendido completamente en la Luz y sean libres! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY!


Fíat

 

Archangel Michael, Help Me, Help Me! [9x]

 

Archangel Michael, Help Me! Help Me! Help Me!

 

Arcángel Miguel, ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame!

 

 

Oración al arcángel Miguel del papa León XIII

Oración al arcángel Miguel del papa León XIII

El libro de Daniel [12:1] recoge la profecía de la liberación del arcángel Miguel. Es una profecía para nuestros días:

En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo. Será aquél un tiempo de angustia como no habrá habido hasta entonces desde que existen las naciones. En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos los que se encuentren inscritos en el Libro.

Necesitamos al Arcángel Miguel, porque no podemos competir solos en contra de los ángeles caídos que se oponen a los hijos de Dios en la tierra. Como está inscrito en el libro del Apocalipsis, el arcángel Miguel y sus legiones arrojaron a Satanás y a sus ángeles del cielo a la tierra. A muchos de ellos se les exigió que encarnaran en la tierra para resolver el karma que habían creado con las huestes del SEÑOR. Cuando el arcángel Miguel los arrojó del cielo, los ángeles caídos juraron destruir a los hijos de Dios. Desde entonces la guerra continúa en la tierra.

Dios les dio a los ángeles caídos una cierta cantidad de tiempo para arrepentirse de su pecado. Muchos de ellos todavía no se han arrepentido. Actualmente continúan con sus actividades diabólicas, trafico de drogas, abuso sexual de niños, manipulación de la economía.

Una de las formas en que podemos invocar la intercesión del arcángel Miguel es recitando la oración que el papa León XIII escribió. Un día en que el papa había terminado de oficiar misa, se detuvo ante el altar en estado de trance. Después explicó que había escuchado a Satanás hablando con Jesús.

Con una voz gutural y orgullosa, Satanás presumía que podía destruir a la Iglesia y que sólo necesitaba setenta y cinco años para hacerlo. El Señor le respondió: “Tienes el tiempo: tienes el poder. Haz lo que quieras.” El papa comprendió que usando la oración, haciendo sacrificios y llevando una vida virtuosa, podríamos compensar el poder del demonio y de sus agentes humanos. Reconoció que el arcángel Miguel tenía un gran papel que desempeñar en la resolución del conflicto.

Así que el papa compuso una oración para invocar la intercesión del arcángel Miguel con el fin de vencer las artimañas de Satanás. Los católicos recitaban esta oración al final de la misa a partir de 1886, pero esta práctica se eliminó en 1964 cuando el Concilio Vaticano II revisó la liturgia.

He actualizado la oración del papa León para los estudiantes de los maestros ascendidos. Puedes utilizar esta breve oración en cualquier tipo de situaciones en las que necesites la ayuda extraordinaria de este arcángel, si tu hogar está siendo destruido a causa del alcoholismo, si conoces a alguien que esté sufriendo abusos o esté destruyéndose por el uso de drogas, si fuerzas invisibles atacan a tu familia, tu negocio, tu modo de ganarte la vida, tu país.

Hay una línea en blanco en medio de este decreto en la que puedes mencionar las preocupaciones de tu corazón. Dáselas al arcángel Miguel. Te prometo que te ayudará.

 

Oración al arcángel Miguel del papa León XIII

 

Saint Michael the Archangel

 

Saint Michael the Archangel,
Defend Us in Armageddon

Saint Michael the Archangel, defend us in Armageddon, be our protection against the wickedness and snares of the devil; may God rebuke him, we humbly pray; and do thou, O Prince of the heavenly host, by the power of God, bind the forces of Death and Hell, the seed of Satan, the false hierarchy of Antichrist, and all evil spirits who wander through the world for the ruin of souls, and remand them to the Court of the Sacred Fire for their Final Judgment [including _______ ].

Cast out the dark ones and their darkness, the evildoers and their evil words and works, cause, effect, record and memory, into the lake of sacred fire “prepared for the devil and his angels.” In the name of the Father, the Son, the Holy Spirit, and the Mother, Amen.

 

San Miguel Arcángel,
defiéndenos en Armagedón

San Miguel Arcángel, defiéndenos en Armagedón, sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del diablo; rogamos humildemente que Dios lo reprenda y que tú, ¡oh, Príncipe de la hueste celestial!, por el poder de Dios, ates a las fuerzas de la Muerte y el Infierno, la casta de Satanás, la falsa jerarquía del Anticristo y a todos los espíritus malignos que rondan por el mundo en busca de la ruina de las almas, y los devuelvas a la Corte del Fuego Sagrado para su Juicio Final [incluyendo a____ ].

Arroja a los seres de las tinieblas y su oscuridad, a los malhechores, sus malas palabras y obras, causa, efecto, registro y memoria, al lago de fuego sagrado “preparado para el diablo y sus ángeles”. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de la Madre, amén.

 

 

El llamado a juicio

El llamado a juicio

Jesucristo nos ha dado un decreto específico para atar a los ángeles caídos y a los espíritus malignos que atacan a los hijos de Dios. Lo nombramos “El llamado a juicio” y es una concesión de poder para enfrentar el mal.

Hace dos mil años Jesús le dijo a Pedro:

A ti te daré las Llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos." [Mateo 16:19]

Hoy en día, Jesús y Saint Germain nos dan estas Llaves para que atemos a los ángeles caídos.El apóstol Pablo confirmó este poder cuando dijo a los cristianos de Corintio:

¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no sois acaso dignos de juzgar esas naderías? ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles [caídos]? Y ¡cómo no las cosas de esta vida!" [1 Corintios 6:2, 3]

No hacemos el llamado a juicio para desquitarnos con individuos. Lo hacemos para detener la proliferación del mal o las injusticias. Lo hacemos porque sin nuestras intensas súplicas de intercesión divina muchas almas inocentes podrían convertirse en víctimas de la codicia, la lujuria y el odio de los malvados, desde el abuso de niños hasta el terrorismo internacional. Y siempre sometemos nuestros decretos a la voluntad de Dios, porque Dios es el juez supremo.

 

Instrucción

Antes de hacer “El llamado a juicio”, recita el decreto del tubo de luz y los decretos al arcángel Miguel para establecer un intenso campo de fuerza de protección a tu alrededor.

Luego haz una oración específica nombrando las condiciones que deseas detener en respuesta a este decreto. Puedes repetir este decreto una y otra vez para atar a los ángeles caídos y liberar al mundo.

La postura más eficaz para hacer este decreto es de pie, con la mano derecha elevada a la altura del hombro usando el mudra abhaya (gesto de intrepidez). La palma de la mano mira hacia fuera y los dedos apuntan hacia arriba. Coloca la mano izquierda en el centro del pecho, a la altura del chakra del corazón, con el pulgar y los dos primeros dedos juntos apuntando hacia dentro.

(Recita una vez por cada ángel caído.)

 

The Judgment Call (3x lento)

 

The Judgment Call (3x normal)

 

The Judgment Call
“They Shall Not Pass!”

by Jesus Christ

 

In the Name of the I AM THAT I AM,

I invoke the Electronic Presence of Jesus Christ:

They shall not pass!

They shall not pass!

They shall not pass!

By the authority of the cosmic cross of white fire
it shall be:

That all that is directed against the Christ
within me, within the holy innocents,
within our beloved Messengers,
within every son and daughter of God

Is now turned back
by the authority of Alpha and Omega,
by the authority of my Lord and Saviour Jesus Christ,
by the authority of. Saint Germain!

I AM THAT I AM within the center of this temple
and I declare in the fullness of
the entire Spirit of the Great White Brotherhood:

That those who, then, practice the black arts
against the children of the Light

Are now bound by the hosts of the Lord,

Do now receive the judgment of the Lord Christ
within me, within Jesus,
and within every Ascended Master,

Do now receive, then, the full return —
multiplied by the energy of the Cosmic Christ—
of their nefarious deeds which they have practiced
since the very incarnation of the Word!

Lo, I AM a Son of God!

Lo, I AM a Flame of God!

Lo, I stand upon the Rock of the living Word

And I declare with Jesus, the living Son of God:

They shall not pass!

They shall not pass!

They shall not pass!

ELOHIM. ELOHIM. ELOHIM [chant].

 

El Llamado a Juicio
“¡No Pasarán!”

por Jesucristo

 

En el nombre del YO SOY EL QUE YO SOY,

yo invoco la Presencia Electrónica de Jesucristo:

¡No pasarán!

¡No pasarán!

¡No pasarán!

Por la autoridad de la cruz cósmica del fuego
blanco será:

Que todo lo que se dirija en contra del Cristo
dentro de mí, dentro de los santos inocentes,
dentro de nuestros amados Mensajeros,
dentro de todo hijo e hija de Dios…

Se torne ahora,
¡por la autoridad de Alfa y Omega,
por la autoridad de mi Señor y Salvador Jesucristo,
por la autoridad de Saint Germain!

YO SOY EL QUE YO SOY en el centro de este templo
y declaro en la plenitud de
todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca:

¡Que los que practican, pues, la magia negra
en contra de los hijos de la Luz

sean atados ahora por las huestes del SEÑOR,

reciban ahora el Juicio del Señor Cristo
en mí, en Jesús
y en todo Maestro Ascendido,

reciban ahora, pues, la plena retribución
—multiplicada por la energía del Cristo Cósmico—
de los actos nefastos que han practicado
desde la encarnación misma de la Palabra!

¡He aquí, YO SOY un hijo de Dios!

¡He aquí, YO SOY una llama de. Dios!

¡He aquí, yo estoy parado en la Roca de la Palabra viviente!

Y declaro junto con Jesús, el Hijo vivo de Dios:

¡No pasarán!

¡No pasarán!

¡No pasarán!

¡Elohim, Elohim, Elohim! [cantado]

 

Cierre:

 

Sealing

 

And in full Faith I consciously accept this manifest, manifest, manifest! [3x] right here and now with full Power, eternally sustained, all-powerfully active, ever expanding, and world enfolding until all are wholly ascended in the Light and free! Beloved I AM! Beloved I AM! Beloved I AM!

 

¡Y con plena Fe yo acepto conscientemente que esto se manifieste, se manifieste, se manifieste, [3x] aquí y ahora mismo con pleno Poder, eternamente sostenido, omnipotentemente activo, siempre expandiéndose y abarcando el mundo hasta que todos hayan ascendido completamente en la Luz y sean libres! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY! ¡Amado YO SOY!


 

 

They Shall Not Pass!

 

Copyright de decretos: © Church Universal and Triumphant

Copyright de canciones: © The Summit Lighthouse

 

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“La palabra ciencia comunica el concepto de aquello que es cierto, aquello que es sabido y aquello que está en operación de acuerdo con la Ley y de acuerdo con las matemáticas.  Aquello que es ciencia puede ser conocido de principio a fin. Por alguna razón, el concepto de azar, accidente, creencia en un súbito milagro ha acompañado a las personas religiosas durante muchos siglos. Y por tanto dependen de una ley desconocida y una ciencia desconocida para la manifestación de asuntos cotidianos del corazón, del alma, que deberían ser entendidos a la luz de la verdadera ciencia divina de la Ley.” – Maha Chohán