Volver a Aquí y ahora

♦ Tu Ser Divino, por Elizabeth Clare Prophet

[Segundo capítulo de Mensajes de Saint Germain y los arcángeles para la era de Acuario, © 1999, Summit University Press.]

Tienes un destino espiritual único. Una de las claves para cumplir con ese destino es saber que posees una naturaleza divina y que puedes experimentar una relación directa con Dios. Los maestros ascendidos han diseñado la gráfica de tu Ser Divino para ayudarte a comprender esta relación.

Esta gráfica es un retrato de tu Dios interior. Es un diagrama que representa tu potencial para llegar a ser quien realmente eres. Describe tres niveles de tu realidad interior que corresponden a las tres personas de la Trinidad y la Madre Divina.

Gráfica de Tu Yo Divino

 

La presencia personal de Dios: tu Presencia YO SOY

La figura superior es tu Presencia YO SOY, que corresponde al Padre unido a la Madre. La Presencia YO SOY es la perfección absoluta de tu realidad divina. Es el Espíritu de Dios individualizado para cada uno de nosotros. Es tu “YO SOY EL QUE YO SOY” personificado.

YO SOY EL QUE YO SOY es el nombre de Dios que Él mismo le reveló a Moisés en el monte Sinaí. Cuando Dios le encargó a Moisés que guiara a los israelitas fuera de Egipto, Moisés le dijo a Dios: “He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE YO SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros. […] Éste es mi nombre para siempre; con él se me invocará por todos los siglos.” [Éxodo 3:13, 14, 15 - Las referencias bíblicas están tomadas de la versión de Reina-Valera, a menos que se indique otra cosa.]

Según tu nivel de devoción, tu Presencia YO SOY puede estar más o menos cerca de ti. “Allegaos a Dios ―nos aconseja la epístola de Santiago [4:8]―, y él se allegará a vosotros.” Si te acercas a Dios con pensamientos, sentimientos y acciones de amor, tu Presencia YO SOY se acercará a ti envolviéndote en su amor. Pero si tus pensamientos, sentimientos o acciones carecen de amor, automáticamente estás rechazando a tu Presencia YO SOY.

El comportamiento carente de amor incluye hábitos como la crítica, la condena, el juicio, las habladurías y cualquier actividad que no contribuya al bienestar de tus compañeros de viaje en el camino de la vida. En la voz “” del glosario encontrarás otros rasgos negativos similares.

Tu Cuerpo Causal y tus tesoros en el cielo

Como puedes ver en la Gráfica de tu Ser Divino, la Presencia YO SOY está rodeada de siete esferas concéntricas. Estas brillantes esferas de energía espiritual que constituyen tu Cuerpo Causal contienen el registro de las buenas obras que has realizado para la gloria de Dios y para la bendición de tu prójimo desde que encarnaste en la tierra por primera vez.

Al hacer algo para servir a Dios y al hombre, no en beneficio propio, la energía positiva de tus buenas obras asciende a tu Cuerpo Causal y éste aumenta de tamaño. Pero si lo que haces es para la vanagloria de tu ego humano y no para la gloria del Ego divino, las riquezas espirituales de tu Cuerpo Causal no aumentarán por más que la acción sea loable.

Tu Cuerpo Causal es como un banco cósmico en el que puedes acumular tus “tesoros en el cielo”. Si necesitas más energía para realizar buenas obras puedes pedirle a la Presencia YO SOY que la extraiga de las reservas almacenadas en tu Cuerpo Causal para que te proporcione el ímpetu adicional que necesites.

Jesús habló del valor de nuestros tesoros en el cielo: “Haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.” [Mateo 6:20-21]

Cada esfera del Cuerpo Causal es de un color diferente que corresponde a cada uno de los “siete rayos”. Cada rayo es una frecuencia de luz, y cada uno de ellos está asociado a un atributo o aspecto diferente de la conciencia de Dios.

Según la medida en que hayas manifestado esos atributos en esta vida y en vidas pasadas, algunas esferas de tu Cuerpo Causal serán mayores que otras. Por ejemplo, el Cuerpo Causal de una persona puede contener una gran acumulación de amor, de manera que la esfera (rosa) del amor en su Cuerpo Causal puede ser mayor que la de otra persona.

Así pues, el Cuerpo Causal de cada persona es diferente porque refleja el grado de realización espiritual único de su alma. Como escribió el apóstol Pablo:

Una estrella [es decir, el Cuerpo Causal] difiere de otra en gloria. [1 Corintios 15:41]

Los colores de las esferas y sus cualidades correspondientes, yendo del centro del Cuerpo Causal a la periferia, son:

  1. Esfera blanca: pureza, disciplina y alegría
  2. Esfera amarilla: sabiduría, comprensión e iluminación
  3. Esfera rosa: compasión, bondad y caridad
  4. Esfera violeta: misericordia, justicia, libertad y transmutación
  5. Esfera morada y oro: servicio, ministración, paz y hermandad
  6. Esfera verde: verdad, ciencia, curación, abundancia, visión y música
  7. Esfera azul: fe, voluntad, poder, perfección y protección

Tu maestro interior: el Santo Ser Crístico

La figura central de la gráfica de tu Ser Divino representa a tu Santo Ser Crístico, al que también se conoce como el Ser Superior. Puedes considerar al Santo Ser Crístico como un amigo entrañable así como tu principal ángel de la guarda. Es el maestro interior que te inspira a realizar acciones responsables y positivas en beneficio de personas necesitadas. Suya es la voz de la conciencia que habla desde el interior de tu corazón distinguiendo el bien del mal y enseñándote a abrazar lo justo y a evitar lo erróneo.

Tal como la Presencia YO SOY es la Presencia Universal de Dios individualizada para cada uno de nosotros, el Santo Ser Crístico es la Presencia del Cristo Universal individualizada para cada uno de nosotros.

En verdad no hay sino un SEÑOR y Dios. Por eso Moisés dijo: “Oye, Israel: El SEÑOR nuestro Dios, el SEÑOR uno es.” [Deuteronomio 6:4] Debido a su profundo amor por nosotros, Dios nos ha dado una imagen de Sí mismo, como una fotografía, porque deseaba que no lo olvidáramos durante nuestra larga estancia en la tierra. Tu imagen de Dios es tu Presencia YO SOY individual.

Si una revista publicara una fotografía de Dios, diez millones de copias de esa fotografía no representarían diez millones de dioses, sino un solo Dios. De la misma forma, sólo hay un Hijo de Dios que es el único Cristo Universal. Pero Dios, en su misericordia infinita, nos dio a cada uno una réplica exacta del original, que es nuestro Santo Ser Crístico.

El Santo Ser Crístico corresponde a la segunda persona de la Trinidad, el Hijo del Dios Padre-Madre. La Biblia a veces se refiere a Jesucristo como el Hijo de Dios. ¿Por qué? Porque Jesús había llegado a unirse con su Santo Ser Crístico. De hecho, tanto el Padre (la Presencia YO SOY) como el Hijo (el Santo Ser Crístico) habitaron plenamente en Jesús. Pablo dio testimonio de ello al decir: “En él [Jesús] habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente.” [Colosenses 2:9]

El sendero de cristeidad personal

Jesús llegó a ser una figura notable en el periodo de 2,150 años conocido como la era de Piscis porque Dios lo eligió para ser el Cristo arquetípico, o “avatar”, de esa era. Esto significa que durante los últimos 2,150 años Jesús ha prestado servicio como representante y como encarnación del Cristo Universal, el Hijo de Dios.

Pero Jesús nunca proclamó ser el único Hijo de Dios, tal como el cristianismo ortodoxo ha afirmado. Muy al contrario, la misión de Jesús consistió en enseñar a todas las almas de la tierra a reunirse con su Santo Ser Crístico. Jesús fue el ejemplo de lo que todos podemos llegar a ser. Deseó que todos camináramos nuestro sendero de cristeidad personal.

La mayoría de nosotros no podemos aún decir que seamos “Hijos de Dios”, con “H” mayúscula. Pero podemos decir que somos “hijos e hijas de Dios”, con “h” minúscula, en vías de desarrollar completamente nuestro potencial divino. Pablo habló de la aspiración a la filiación completa con Dios cuando escribió a los filipenses: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo en Cristo Jesús” [Filipenses 2:5], y a los gálatas: “Sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros.” [Gálatas 4:19]

Se puede lograr un rápido progreso en el sendero de cristeidad personal imitando a Jesucristo, a Saint Germain o a cualquiera de los maestros ascendidos. Los maestros ascendidos son los santos y adeptos de Oriente y Occidente que recorrieron su propio sendero de cristeidad personal, se unieron con su Santo Ser Crístico, cumplieron su razón de ser y se reunieron con Dios.

Cada día, a medida que imites al Cristo en tu vida, como Tomás de Kempis1 procuraba hacer, tu Santo Ser Crístico se acercará cada vez más a ti. Y día a día te irás elevando a un estado de beatitud hasta que tú y tu Santo Ser Crístico se unan.

En la gráfica de tu Ser Divino la paloma del Espíritu Santo que se ve descendiendo se encuentra justo encima del Santo Ser Crístico. Cuando Juan bautizó a Jesús, “los cielos le fueron abiertos y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venia sobre él. Y he aquí una voz de los cielos que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo contentamiento”. [Mateo 3:16-17] Cuando te unas a tu Santo Ser Crístico, habiendo merecido el descenso de la paloma del Espíritu Santo, también tú podrás escuchar esta aprobación celestial.

Tu chispa divina: la llama trina

El rayo de luz blanca que desciende desde la Presencia YO SOY, pasando por el Santo Ser Crístico hasta la figura inferior de la gráfica, es el cordón cristalino. Es un “cordón umbilical”, una cuerda de salvamento que te une a tu Presencia YO SOY. El libro de Eclesiastés lo llama cadena de plata. [12:6] La luz, la vida y la conciencia de Dios fluyen en ti perpetuamente a través de este cordón, otorgándote el poder de pensar, sentir, razonar y experimentar las maravillas de la vida desde el primero hasta el último de tus alientos.

El cordón cristalino también alimenta a tu llama trina, anclada en la cámara secreta del corazón. La llama trina, también llamada chispa divina, es literalmente una chispa de fuego sagrado que Dios ha transmitido desde su corazón.

Los místicos de las religiones del mundo han reconocido esta chispa divina y la describen como la semilla interior de la divinidad. Los budistas, por ejemplo, hablan del “germen de la budeidad” que existe en todo ser viviente. En la tradición hindú, el Katha Upanishad habla de la “luz del Espíritu” oculta en “un alto lugar secreto del corazón” de todos los seres. Dice que este Espíritu es “menor que el átomo más diminuto, y mayor que espacios infinitos”.2

El Katha Upanishad también dice que este Espíritu eterno e inmutable, esta luz pura e inmortal, es una “pequeña llama en el corazón”,3 y enseña que sólo aquel que contempla el Espíritu interior revelado en su propio corazón logrará la paz eterna.

El maestro Eckhart, teólogo y místico cristiano del siglo XIV, también habla de la chispa divina cuando dice que “la semilla de Dios está dentro de nosotros”. Hay una parte de nosotros, dice Eckhart, “que no se ve afectada por el tiempo o la mortalidad: proviene del Espíritu, permanece eternamente en el Espíritu y es divina [...] Aquí Dios brilla y arde sin cesar, en toda Su abundancia, dulzura y arrobamiento”.4

La chispa divina, o llama trina, tiene tres “plumas”. Estas plumas encarnan los tres principales atributos de Dios: poder, sabiduría y amor, y corresponden a la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El núcleo de fuego blanco del que brota la llama trina corresponde a Dios en su aspecto de Madre. Puedes cumplir con tu razón de ser si accedes al poder, la sabiduría y el amor de Dios anclados en tu llama trina.

Puedes visualizar la llama trina ardiendo en la cámara secreta del corazón mientras oras y entras en comunión con Dios. La pluma azul está a tu izquierda, la amarilla en el centro y la rosa a tu derecha.

La pluma azul (correspondiente a Dios Padre) es el punto donde se sostienen dentro de ti el poder y la voluntad de Dios. Es tu fuerza de voluntad, la fe y la determinación para realizar la misión de tu vida. La pluma amarilla (correspondiente a Dios Hijo) sostiene en tu interior la inteligencia discriminatoria de la Mente de Dios y su sabiduría. La pluma rosa (correspondiente a Dios Espíritu Santo) sostiene el amor, la compasión, la misericordia y la ternura de Dios.

La llama trina tiene un tamaño promedio de un milímetro y medio de altura, pero generalmente sus plumas son desiguales. Sólo cuando las tres plumas se encuentran equilibradas puede la llama trina expandirse como una unidad. Y cuando tu llama trina se expanda, tu luz y tu poder espirituales aumentarán exponencialmente.

¿Cómo puedes establecer un equilibrio en las tres plumas para lograr que sean iguales en tamaño e intensidad? Por medio de la devoción a Dios y del servicio a la vida. Saint Germain nos aconseja que, mediante la sensibilidad de nuestra alma, meditemos en las cualidades de cada pluma para determinar cuál de ellas es la más débil y cuál es la más fuerte. A continuación dice que podemos usar el poder de la pluma más fuerte para fortalecer a las dos más débiles. En su dictado del 23 de marzo de 1996, en Medellín (Colombia), dijo:

Podéis percibir una falta de equilibrio en las plumas [de la llama trina] según qué tan intensamente sentís el Poder, la Sabiduría y el Amor de Dios en el corazón. Si no sentís las tres plumas de la Trinidad pulsando en el corazón, entonces tendréis que ejercitar el atributo o los atributos que hayáis descuidado.

Por ejemplo, si la pluma azul  es la más fuerte, rebasará a la amarilla y a la rosa. Conservad la fortaleza de la pluma azul y usadla para apuntalar las plumas amarilla y rosa realizando acciones […] para intentar establecer un equilibrio entre las tres, al mismo tiempo que encendéis los fuegos del corazón.

Si tenéis tendencia a negarle el amor a vuestro adulto interno, a vuestro niño interno o a otras personas, id y encontrad a los que necesiten de vuestro amor y ofreced, copa tras copa, el elixir del Amor a todos aquellos que quieran recibir vuestro amor. Continuad con esta tarea hasta que sintáis la intensidad del amor de Dios en vuestro corazón y sepáis que habéis elevado la pluma rosa al nivel de la azul.

Ahora bien, si sentís que no estáis poniendo en práctica la sabiduría que Dios os ha ofrecido, por ejemplo enseñando a los analfabetos a leer y escribir, entonces poned fin a vuestro egocentrismo y ofreced los rayos del sol de la sabiduría de Dios a quienes más lo necesiten. Servid a otros desinteresadamente y conoceréis la libertad que da el ofrecimiento gratuito de los dones de la Trinidad.

Vuestro objetivo en este proceso es equilibrar la llama trina para que el amor del corazón sea igual a la inteligencia de la mente y a la determinación de la voluntad que Dios selló en vuestro interior en el principio.

 

Tu alma en el sendero espiritual

La figura inferior en la gráfica de tu Ser Divino te representa a ti caminando por el sendero espiritual. Es el aspecto que tendrás después de invocar la llama violeta durante algún tiempo.

La figura inferior también muestra que llevas un manto blanco, como los santos del cielo. [Apocalipsis 3:4, 5; 6:9-11; 7:9, 13-17; 19:7, 8, 14] Tu llama trina está equilibrada y sellada en la cámara secreta del corazón. La aureola que te rodea revela un estado santificado, una comunión perfecta y una santidad emergente.

Alrededor de la llama violeta hay un tubo de luz, un cilindro de luz blanca que desciende desde tu Presencia YO SOY en respuesta a tu petición, para protegerte de energías perjudiciales. Los estudiantes de los maestros ascendidos invocan el tubo de luz por las mañanas y a lo largo del día en distintos momentos, especialmente cuando las energías negativas del planeta alcanzan su nivel máximo.

El tubo de luz te protegerá veinticuatro horas al día mientras mantengas la armonía. En momentos de tensión planetaria puede que también encuentres necesario llamar al arcángel Miguel para que te proteja a ti, a tus seres queridos y a todas las almas de luz del mundo.

El alma está envuelta en cuatro “cuerpos”, conocidos como los cuatro cuerpos inferiores (no se muestran en la gráfica): 1) el cuerpo etérico, 2) el cuerpo mental, 3) el cuerpo emocional y 4) el cuerpo físico. El alma usa estos cuerpos como vehículos para progresar espiritualmente realizando obras de sacrificio, entrega, abnegación y servicio.

El cuerpo etérico, también conocido como cuerpo de la memoria, alberga el plan original del alma. Este cuerpo contiene la causa, el efecto, el registro y la memoria de todo lo que le ha sucedido al alma, incluyendo todos los impulsos negativos y positivos que ha generado desde que fue creada.

El cuerpo mental es el recipiente de tus facultades cognitivas. Si se purifica, puede llegar a convertirse en el cáliz de la Mente de Dios.

El cuerpo emocional, también llamado cuerpo de los deseos o astral, alberga los deseos inferiores y los deseos elevados y registra las fluctuaciones de las emociones.

El cuerpo físico es el milagro de la creación de Dios que le permite al alma progresar en este universo rebosante de oportunidad ilimitada para todos.

El alma y los cuatro cuerpos inferiores están destinados a convertirse en el templo del Espíritu Santo. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? [...] porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” —escribió Pablo. [1 Corintios 3:16, 17]

En el que considero uno de los pasajes más profundos del Nuevo Testamento, Pablo da testimonio de la ayuda siempre presente del Espíritu Santo como el intercesor que mora en nuestro interior: “Pues sabemos la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo [...]. Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escruta [Dios] los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios.” [Romanos 8:22, 23, 26, 27 - Biblia de Jerusalén]

Dios Madre concentra su energía dentro de nosotros mediante la Kundalini, el fuego sagrado de Dios. Mediante determinadas disciplinas espirituales y un intenso amor a Dios despertamos la Kundalini y hacemos que ascienda desde el chakra de la base de la columna vertebral hasta la coronilla.

Chakra es el termino sánscrito utilizado para referirse a los centros espirituales del cuerpo etérico. Los chakras son transformadores internos que regulan el flujo de la energía de Dios hacia las diferentes partes del cuerpo. Los siete chakras principales están situados a lo largo de la columna vertebral desde su base hasta la coronilla.

 

El destino del alma

El alma es el potencial viviente de Dios, la parte de ti que es mortal pero puede llegar a ser inmortal. El propósito de la evolución del alma en la tierra es perfeccionarse bajo la tutela del Santo Ser Crístico, la Presencia YO SOY y los maestros ascendidos para poder regresar a Dios.

Pablo contemplaba la victoria final del alma sobre todo lo que se opusiera a su ascenso de regreso a Dios cuando proclamó: “Es menester que esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria.” [1 Corintios 15:53-4]

El alma se vuelve inmortal cuando después de vidas de servicio a Dios y al hombre se reúne con su Presencia YO SOY en el ritual de la ascensión, como lo han hecho Jesús y otros maestros ascendidos. La ascensión es la meta de la vida de toda alma.
El alma puede tener numerosas encarnaciones antes de perfeccionarse en el sendero de cristeidad personal y ser digna de realizar la ascensión. ¿Qué ocurre con el alma entre una encarnación y otra? Cuando el alma concluye una vida en la tierra, la Presencia YO SOY retira el cordón cristalino, la llama trina regresa al corazón del Santo Ser Crístico y el alma es atraída hacia el nivel de conciencia más elevado al que haya llegado a lo largo de sus encarnaciones. Si el alma lo merece, entre una encarnación y otra recibe instrucción en los retiros de los maestros ascendidos en el mundo celestial. Ahí estudia con los arcángeles y los maestros de sabiduría preparándose para la siguiente encarnación.

Si vida tras vida el alma no ejerce su libre albedrío para glorificar a Dios —para unirse a su Santo Ser Crístico en el momento adecuado—, finalmente no le quedarán más oportunidades para alcanzar la inmortalidad. El alma puede entonces perder la oportunidad de conservar su plan original y su autoidentificación con Dios. Esto es lo que se conoce como la “segunda muerte”. [Apocalipsis 2:11; 20:6, 11-15; 21:8]

Para alcanzar la meta de la inmortalidad y ascender, el alma debe, en primer lugar, unirse a su Santo Ser Crístico, saldar al menos el 51 por ciento de su karma y cumplir su misión en la tierra. Saint Germain explica que saldar el 51 por ciento del karma significa que has transmutado y usado constructivamente el 51 por ciento de toda la energía que Dios te ha dado.

Cuando al fin tu alma emprenda el vuelo y ascienda de regreso a Dios, te convertirás en un maestro ascendido, libre de la rueda de karma y renacimiento, y recibirás la corona de la vida eterna.

My Lovely I AM Presence

----MY LOVELY I AM PRESENCE

My lovely I AM Presence
----I love thee, take my hand
And walk with me and talk with me
----And make me understand
The truth of thy reality
----Thy flame within my heart
Ο Christ of me, expand in me
----Love's vict'ry which thou art!

My lovely I AM Presence
----Thy Presence I would be
In action in this world of form
----To set all life here free!
Ο make me strong, all free from wrong
----My own Christ pow'rs release
That where there's suff'ring I may bring
----Thy healing balm of peace.

My lovely I AM Presence
----Give God-protection here
By blue and violet flames remove
----The cause and core of fear.
Ο put me in my perfect place
----And keep me there supplied
With all my plan divine requires
----By thou my constant guide!

My lovely I AM Presence
----Possess now all of me
I joyously surrender all
----My personality.
Let me remember only good
----Thy gifts that freely flow
Let me express Christ brotherhood
----God's will I AM in all!

My lovely I AM Presence
----I know my call is heard
The threefold flame within my heart
----By thy love has been stirred.
Within that flame I hear thee say:
----I AM the Truth, the Way
I AM thy Resurrection
----Ascension in the Light!

 

----MI PRECIOSA PRESENCIA YO SOY

Mi preciosa Presencia YO SOY,
----te amo, toma mi mano
y camina conmigo y habla conmigo
----y hazme comprender
la verdad de tu realidad
----tu llama dentro de mi corazón.
¡Oh, Cristo mío, expande en mí
----la victoria del amor que tú eres!

Mi preciosa Presencia YO SOY,
----tu Presencia quisiera ser
en acción en este mundo de la forma
----para liberar a la vida toda aquí.
¡Oh, hazme fuerte, libre completamente de mal
----mis propios poderes crísticos libera
para que ahí donde hay sufrimiento pueda llevar
----tú bálsamo sanador de paz.

Mi preciosa Presencia YO SOY,
----imparte protección divina aquí
con las llamas azul y violeta elimina
----la causa y el núcleo del miedo.
¡Oh, ponme en mi lugar perfecto
----y manténme ahí provisto
de todo lo que mi plan divino requiere
----por ti, mi constante guía!

Mi preciosa Presencia YO SOY,
----posee ahora todo de mí
gozoso entrego toda
----mi personalidad.
Déjame recordar sólo lo bueno
----tus dones que libremente fluyen.
Déjame expresar hermandad crística
----¡la voluntad de Dios YO SOY en todo!

Mi preciosa Presencia YO SOY,
----sé que mi llamado es escuchado
La llama trina dentro de mi corazón
----por tu amor se ha avivado.
Dentro de esa llama te oigo decir:
----¡YO SOY la Verdad, el Camino
YO SOY tu Resurrección
----Ascensión en la Luz!


1. Monje agustino del siglo XV a quien se atribuye el libro La imitación de Cristo. [Lanello: “Hace poco le di a la Mensajera la enseñanza que ella dio a algunos de vosotros. Es referente (al mal hábito en que incurren los individuos de) andar cargando consigo día y noche, las veinticuatro horas del día, la consideración de todos sus errores y defectos y agobios y preocupándose (obsesivamente) por ellos en vez de seguir el sendero de la imitación de Cristo, tan clara y bellamente presentada por Thomas à Kempis. Os insto, a todos y cada uno, a leer una página de ese libro diariamente y a que lo incorporen a vuestra vida.” Lanello, Pearls of Wisdom vol. 36 #2 (1993), p. 21.]
2. Ratnagotravibhga 1.28, en Buddhist texts through the ages, editado por Edward Conze y otros (1954; reimpresión, Nueva York. Harper and Row, Harper Torchbooks, 1964), p. 181.
3. The Upanishads, traducción al inglés de Juan Mascaró (1974; reimpresión, Baltimore, Penguin Books,1965), pp. 61, 60, 59.
4. Meister Eckhart, Sermons and treatises, traducción al inglés y edición de M. O'C. Walshe (Longmead, Shaftesbury Dorse, Element Books, 1987), 3:107.

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Término que se refiere a las energías marcianas contaminadas de agresión, ira, arrogancia, argumentación, acusación, agitación, apatía, ateísmo, aniquilación, irritación, enojo y sugestión mental agresiva.