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♦ Lotus, mensajera de Saint Germain

 

La maestra ascendida Lotus estuvo encarnada por última vez como Edna Ballard, la mensajera de en el Movimiento YO SOY, fundado a principios de la década de 1930. Su es el Guy W. Ballard, ahora el . A través de ellos Saint Germain dio por primera vez al mundo el conocimiento de la llama violeta.

Lotus, Godfre y su hijo Donald estuvieron encarnados hace más de cincuenta mil años como hijos de Saint Germain, el de la civilización de en la zona donde actualmente está el desierto del Sáhara. Lotus encarnó más tarde como Juana de Arco (1412-1431), quien recibió una misión de Dios de reunir los ejércitos franceses y expulsar a las fuerzas invasoras inglesas; como Isabel I de Inglaterra (1533-1603); y como Benjamin Franklin (1706-1790), quien jugó un papel muy influyente en la fundación de la nación estadunidense.

Edna Ballard, con frecuencia llamada Mama Ballard por sus estudiantes, utilizó el seudónimo de Lotus Ray King. Pasó por tremendas tribulaciones y persecución durante su época como mensajera. En 1940, en Los Ángeles (el año siguiente de la de Godfre), la señora Ballard, su hijo Donald y otros recibieron acusaciones criminales federales por supuestas solicitaciones fraudulentas de fondos realizadas por correo. A pesar de las rotundas objeciones del abogado defensor, un jurado recibió la tarea de decidir si los Ballard realmente creían lo que enseñaban sobre su cargo de mensajeros y los maestros ascendidos.

Durante un período de seis años, Estados Unidos contra Ballard pasó por dos juicios y una extensa serie de apelaciones; en un punto la señora Ballard fue condenada y sentenciada a un año de prisión y multada con ocho mil dólares , aunque la sentencia de prisión fue anulada más tarde. Al poco tiempo, el Departamento de Correos emitió una orden negándole el uso del correo al Movimiento YO SOY. Ante una cobertura adversa por parte de los medios de comunicación y extremados prejuicios dentro del sistema de justicia penal, la señora Ballard y sus estudiantes siguieron luchando y sus esfuerzos culminaron en la anulación de la condena en 1946 por parte del Tribunal Supremo de los Estados Unidos. La opinión escrita sobre el caso se ha citado a menudo en litigios posteriores para prohibir la investigación judicial sobre la verdad o falsedad de las creencias religiosas.

La maestra ascendida Magda habló del servicio de los Ballard y de la persecución que sufrieron. Dijo que no tendríamos la oportunidad de invocar la y de ascender

si Saint Germain, Godfre y Lotus no hubieran estado dispuestos a cargar con la extrema persecución, el juicio, las mentiras en los periódicos respecto al movimiento YO SOY. Vosotros también habéis sido perseguidos en vuestro tiempo, pero aquellos días del Movimiento YO SOY fueron horrendos y no tienen paralelo.

El 18 de noviembre de 1970, Edna Ballard dio su último dictado antes de hacer su transición. El 12 de febrero de 1971 ascendió y se convirtió en la maestra ascendida Lotus.

En 1973 Lotus habló sobre su servicio y la continua misión de los mensajeros:

Algunos de los que están aquí me conocisteis en mi última encarnación, y me llamabais Mamá. Deseo que dirijáis este saludo a la de la Llama, pues a ella transfiero esta noche mi de victoria con las legiones de luz, y le doy el manto de mi autoridad y el cargo de mensajera bajo el comando de Saint Germain…

Ahora hablo directamente a esos estudiantes que estuvieron conmigo en el Movimiento YO SOY, y os digo que a pesar de todas las evidencias de lo contrario o de cualquier cosa que pueda haber pasado por mis labios cuando estaba encarnada, me adhiero y respaldo con toda la llama de mi corazón esta actividad y a esta mensajera y como la continuación de la avanzada y la emisión de la y de Saint Germain en esta era.

Porque desde los niveles ascendidos de conciencia entiendo la naturaleza de la continuidad de la . Y aunque sólo hay dos mensajeros de la Hermandad, los dos mensajeros constituyen el cargo de los dos testigos mencionado en el libro del Apocalipsis. Ésta es, pues, es una elevada y sagrada vocación para la cual llamas gemelas son ordenadas en todas las eras.

Así, tal como hay un solo también hay muchas manifestaciones del cargo del Cristo; y tal como hay cargos en la jerarquía, la oportunidad de servir en esos cargos se otorga a hijos e hijas de Dios ascendidos y no ascendidos a medida que evolucionan en el esquema jerárquico de la Gran Hermandad Blanca.

© Summit University Press

 

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Chohán del séptimo rayo, de la libertad. Maestro ascendido. Jerarca de la era de Acuario y patrocinador de los Estados Unidos de América. Inicia a las almas en la ciencia y el ritual de la alquimia y la transmutación con la llama violeta, mediante el poder de la Palabra hablada, la meditación y la visualización. Su retiro en América del Norte es la Cueva de los Símbolos en Table Mountain, Wyoming. También utiliza el Retiro del Royal Teton en el Grand Teton, en Jackson Hole (Wyoming); el retiro de su guru, el Gran Director Divino, la Cueva de la Luz en la India; y la Mansión de Rakoczy, su foco en Transilvania. Las melodías clave de la Mansión de Rakoczy son: Cuentos de los Bosques de Viena y la Mar­cha Rakoczy. Véase Tabla de los ocho rayos .
La llama gemela es el complemento masculino o femenino del Espíritu concebida a partir del mismo cuerpo de fuego blanco, el ovoide de fuego de la Presencia YO SOY.

Evangelista. El que va delante de los ángeles llevando a los habitantes de la tierra la buena nueva del evangelio de Jesús el Cristo y, en el tiempo señalado, el Evangelio Eterno. Los mensajeros de la Gran Hermandad Blanca en esta era han sido ungidos apósto­les (apóstol: “el enviado en una misión”) por la jerarquía. Entregaron, a través de los dictados (profecías) de los maestros ascendidos y con el poder del Espíritu Santo, el testimonio y las enseñanzas perdidas de Jesucristo a la simiente del Cristo, las ovejas perdi­das (las almas dañadas y marcadas por los tiranos y los idólatras luciferinos) de la casa de Israel, y a todas las naciones.

     Alguien entrenado por un maestro ascendido para recibir por diversos métodos las palabras, conceptos, enseñanzas y mensajes de la Gran Hermandad Blanca. El que entrega la ley, las profecías y las dispensaciones de Dios a unos hombres y a una era.

[Los mensajeros y maestros espirituales Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet, que enseñaron desde una perspectiva única, en una combinación de espiritualidad occidental y misticismo oriental, transmitieron profunda sabiduría y enseñanzas de todos los tiempos sobre el sendero de unión con Dios. Tocaron y transformaron la vida de millones de personas.

Fungieron como mensajeros de la Gran Hermandad Blanca y como portavoces de los maestros ascendidos. Recibieron entrenamiento especial e iniciaciones a lo largo de muchas encarnaciones con el fin de prepararse para este posición en la jerarquía. El papel de mensajero es algo único. Annice Booth, en Memorias de Mark. Mi vida con Mark Prophet, escribe:

“Un mensajero no es un canal ni un médium espiritista; un mensajero está bajo la dispensación de los profetas. En todas las épocas la Hermandad ha tenido lo que llamamos testigos. Ellos son los que escriben la ley, los que suenan la alarma y dan las profecías a la humanidad.

     ”Dios nunca ha dejado a la humanidad sin mensajeros, sin profetas. Prácticamente han pasado inadvertidos, sin ser escuchados, mientras la civilización y el karma seguían su curso.

     ”El entrenamiento para mensajero tiene lugar a lo largo de miles de años. No es algo que se obtenga con estudios psíquicos, ni algo que se reciba por el solo esfuerzo. El cargo de mensajero es una asignación y una ordenación.”]

El que, a través del Cristo y por haberse revestido de la Mente que hubo también en Cristo Jesús, ha alcanzado la maestría del tiempo y el espacio y, en el mismo proceso, también del yo en los cuatro cuerpos inferiores y en los cuatro cuadrantes de la Materia, en los chakras y en la llama trina equilibrada. Ha transmutado cuando menos el 51 por ciento de su karma, cumplido con su plan divino y pasado las iniciaciones del rayo rubí para el ritual de la ascensión: la aceleración por medio del fuego sagrado hacia la Presencia del YO SOY EL QUE YO SOY. Los maestros ascendidos habitan en los planos del Espíritu –el reino de Dios (la conciencia de Dios)– y pueden enseñar a las almas no ascendidas en un templo etérico o en las ciudades etéricas del plano etérico (el reino de los cielos).

Filipenses 2:5

Godfre Ray King, nombre del maestro ascendido que fuera Guy W. Ballard, el mensajero de Saint Germain en el Movimiento YO SOY.
Maestro ascendido que por su dedicación y logro en encarnar las cualidades de Dios es elegido para patrocinar una era.

Ciclo de iluminación, paz y armonía en el que las almas de la humanidad se fusionan en la Llama del Cristo para el cumplimiento del plan divino, “como Arriba, así abajo”. A través de la convergencia del plano etérico y la capa etérica con los tres vehículos inferiores del cuerpo planetario y sus evoluciones, el reino de los cielos se manifestará en la tierra tal como ya existe ahora en la octava etérica. Véase cuerpo etérico.

     “Era de oro significa una era basada en el patrón oro –el patrón del oro de la conciencia crística, de la regla de oro, del oro como luz del sol precipitada para el equilibrio de la mente y de las emociones y para el flujo de la vida incluso en el plano físico” (Dios del Oro).

El ritual en el que el alma se reúne con el Espíritu del Dios vivo, la Presencia YO SOY. Es la culminación de la estadía divinamente victoriosa del alma en el tiempo y el espacio. Es la recompensa del justo, el regalo de Dios tras el juicio final delante del gran trono blanco, durante el cual todo hombre es juzgado “según sus obras”.

     Enoc, de quien se dice que “caminó con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”, pasó por la ascensión; también Elías, quien subió al cielo en un torbellino; y Jesús, aun cuando su ascensión no tuvo lugar en la ocasión en que las escrituras dicen que fue llevado al cielo en una nube. El Morya, maestro ascendido, ha revelado que Jesús vivió muchos años después de estos hechos e hizo su ascensión después de su fallecimiento en Cachemira, a los 81 años, en el año 77 d.C.

     La reunión con Dios en la ascensión, esto es, el término de las rondas de karma y renacimiento y el regreso a la gloria del SEÑOR, es la meta de la vida para los hijos e hijas de Dios. Jesús dijo: “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, incluso el Hijo del hombre.” Por medio de la salvación (inglés: salvation), la “autoelevación” (inglés: Self-elevation), o sea, la elevación consciente del Hijo de Dios dentro de su templo, el alma se pone el vestido de bodas para realizar la función del Hijo (inglés: Son, o Sun [sol], o luzde la manifestación (inglés: man: hombre): el Hijo del hombre. Siguiendo el sendero iniciático de Jesús, el alma, habiendo saldado su karma y cumplido su plan divino, se fusiona con la conciencia crística y después con la presencia viva del YO SOY EL QUE YO SOY. Una vez que la ascensión ha tenido lugar, el alma, el aspecto corruptible del ser, se convierte en el incorruptible, un átomo en el Cuerpo de Dios. Véase matrimonio alquímico.

Apocalipsis 20:12-13; Génesis 5:24; 2 Reyes 2:11; Lucas 24:50-51; Hechos 1:9-11; Juan 3:13

Es un aspecto del séptimo rayo del Espíritu Santo. Es el fuego sagrado que transmuta la causa, el efecto, el registro y el recuerdo del pecado, es decir, del karma negativo. También se le denomina llama de la transmutación, de la libertad y del perdón. Cuando la llama violeta se invoca por medio de la ciencia de la Palabra hablada, produce cambios constructivos.

Madre Divina, Madre Universal y Virgen Cósmica son otros tantos términos para designar la polaridad femenina de la Divinidad, la manifestación de Dios como Ma­dre. La Materia [inglés: Matter] es la polaridad femenina del Espíritu y los maestros ascendidos utilizan el término  alternadamente con Mater (latín: “madre”). En este contexto, todo el cosmos material se convierte en el vientre de la creación, hacia el cual el Espíritu proyecta las energías de la Vida. La Materia es, entonces, el vientre de la Virgen Cósmica, quien, como la otra mitad del Todo Divino, también existe en el Espíritu como polaridad espiritual de Dios.

Jesús mismo reconoció a Alfa y Omega como los más altos representantes del Dios Padre-Madre y con frecuencia se refirió a Alfa como Padre y a Omega como Madre. Quienes asumen la polaridad femenina de la conciencia después de su ascensión son maestras ascendidas. Junto con todos los seres femeninos (polarizados femeninamente) en las octavas de luz, son los focos de la llama de la Madre Divina para las evoluciones de la humanidad que se desarrollan en muchos sistemas de mundos. Sin embargo, siendo andróginos, todos los miembros de las huestes celestia­les son focos de cualquiera de los atributos masculinos o femeninos de la Divinidad a voluntad, pues ya han entrado en las esferas de la Totalidad Divina. Madre de la Llama (o Madre del Mundo). Cargo en la jerarquía que ocupan sucesivamente aquellas devotas no ascendidas designa­das por la Gran Hermandad Blanca para nutrir, o incubar, la llama de la Vida en toda la especie humana. En 1961, Clara Louise Kieninger fue nombrada primera Madre de la Llama de la Fraternidad de Guardianes de la Llama por Saint Germain. El 9 de abril de 1966, ese manto fue transferido a la mensajera Elizabeth Clare Prophet. En ese momento Clara Louise Kieninger se convirtió en la Madre de la Llama Regente. Hizo su ascensión el 25 de octubre de 1970 en Berkeley, California, y continúa ocupando ese cargo desde el estado ascendido.

[Los maestros ascendidos utilizan continuamente la palabra momentum en sus enseñanzas, con el significado original del término, que en inglés es “la fuerza del movimiento [motion] adquirida por un objeto en movimiento [moving] como resultado de la prolongación de [dicho] movimiento [motion]” (traducido de Webster Third International Dictionary).

La palabra momentum en latín significa “movimiento” y fue usada por el físico y matemático Isaac Newton (1643-1727) para describir un cuerpo en movimiento. El latín era la lengua de uso en las universidades europeas a la sazón. Hoy este concepto se llama “movimiento lineal” o “momento lineal”. Se representa por una p y su fórmula es p = m * v, donde m = masa, v = velocidad. Cuando damos un impulso a un objeto, éste empieza a moverse. La Primera Ley del Movimiento de Newton dice que si se retira el impulso el objeto sigue moviéndose a una velocidad constante. Para parar el objeto hay que aplicar una fuerza. Mientras más pesado el objeto (más masa), más fuerza se requiere para detenerlo. Asimismo, mientras más rápido va el objeto (más velocidad), más difícil resulta detenerlo.

La palabra momentum es una deformación de movimentum, formada por el verbo movere (“mover”) y el sufijo -entum, equivalente a -ento en español, que en este caso indica estado físico.

Podría traducirse por “momento”, pero para evitar confusión con el significado más común de este término (un instante de tiempo) hemos dejado siempre “moméntum” en nuestras traducciones. Es el equivalente de lo que algunos traducen por "impulso acumulado".]

Al estudiar estos reinos de la jerarquía también aprendemos algo acerca de cómo aplicamos la llama que está en nuestro corazón. Aprendemos, entonces, que es la energía del rayo azul, el impulso [thrust] del poder, la que da ímpetu [impetus] a la idea contenida en la mente de Dios. Sin ese impulso de energía, la idea carece de moméntum [momentum]. Es como la flecha lanzada desde el arco. Es la energía para estirar la cuerda hacia atrás la que da moméntum a la flecha que es la idea de Dios dirigiéndose a la manifestación.

Elizabeth Clare Prophet, en “The torch is passed”.

Orden espiritual de santos occidentales y adeptos orientales que se han reunido con el Espíritu del Dios vivo; las huestes celestiales. Han trascendido los ciclos de karma y renacimiento y ascendido (acelerado) a aquella realidad superior que es la morada eterna del alma. En cada era, cultura y religión han surgido maestros ascendidos de la Gran Hermandad Blanca, unidos para los más altos propósitos de la hermandad del hombre bajo la Paternidad de Dios, para inspirar avances creativos en la educación, las artes y las cien­cias, el gobierno divino y la vida abundante en las economías de las naciones. La palabra “blanca” no se refiere a raza sino al aura (halo) de luz blanca que circunda su forma. La Hermandad comprende entre sus filas a ciertos chelas no ascendidos de los maestros ascendidos. Jesucristo reveló la existencia de esta orden celestial de santos “vestidos de blanco” a su siervo Juan. Véase jerarquía cósmica, Pléyades. Apocalipsis 3:4, 5; 6:9-11; 7:9, 13, 14; 19:14

cósmica. La cadena universal de seres libres en Dios individualizados que cumplen con los atributos y los aspectos de la infinita Individualidad de Dios. Dentro del esquema de la jerarquía cósmica están los Logos Solares, los Elohim, los Hijos e Hijas de Dios, maestros ascendidos y maestros no ascendidos con sus círculos de chelas, seres cósmicos, las doce jerarquías solares, arcángeles y ángeles del fuego sagrado, hijos de la luz, espíritus de la naturaleza (los elementales) y llamas gemelas de la polaridad de Alfa y Omega que patrocinan sistemas planetarios y galácticos.

     Esta orden universal de la propia Auto-Expresión del Padre es el medio por el cual Dios, en el Gran Sol Central, desacelera la Presencia y el poder de Su ser/conciencia universal para que las evoluciones sucesivas en el tiempo y el espacio, de la más pequeña a la más grande, puedan llegar a conocer el milagro de Su amor. El nivel de realización espiritual/física de un individuo –medida por la autopercepción equilibrada, “oculta con el Cristo en Dios”, y que con Su amor demuestra Su Ley en el cosmos del Espíritu y la Materia– es el criterio que establece dónde está colocado el individuo en la escala de la vida llamada jerarquía.

     En el siglo III, Orígenes de Alejandría describió su concepción de una jerarquía de seres que va de los ángeles a los seres humanos, a los demonios y las bestias. El conocido erudito y teólogo de la Iglesia primitiva, que expuso la piedra angular de la doctrina de Cristo, y sobre cuyas obras los subsiguientes padres de la Iglesia, doctores y teólogos edificaron sus tradicio­nes, enseñaba que a las almas se les asignan sus respectivos cargos y deberes con base en acciones y méritos pasados, y que cada una tiene la oportunidad de subir o de bajar de rango. Muchos seres de la jerarquía celestial están nombrados en el libro del Apocalipsis. Aparte de la falsa jerarquía del Anticristo, que incluye a los ángeles expulsados, algunos de los miembros de la Gran Hermandad Blanca enlistados por Jesús son Alfa y Omega, los siete Espíritus, los ángeles de las siete iglesias, los Veinticuatro Ancianos, las cuatro bestias, los santos vestidos de blanco, los Dos Testigos, el Dios de la Tierra, la Mujer vestida del Sol y su Niño-Hombre, el arcángel Miguel y sus ángeles, el Cordero y su esposa, los ciento cuarenta y cuatro mil que llevan el nombre del Padre escrito en la frente, el ángel del Evangelio Eterno, los siete ángeles (esto es, los arcángeles de los siete rayos) parados delante de Dios, el ángel vestido de nube y con un arco iris sobre la frente, los siete truenos, El Fiel y Verdadero y sus ejércitos, y aquel que estaba sentado en el gran trono blanco. Véase Elohim.

(griego: Christos, “ungido”). Mesías (hebreo y arameo: “ungido”); “el Ungido”, aquel que es investido e infundido o ungido de la luz (el Hijo) de Dios. La Palabra, el Logos, la Segunda Persona de la Trinidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad… Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene al mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él y el mundo no le conoció.” En la Trinidad hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, el término “Cristo” corresponde a la encarnación de Vishnu, el Preservador; avatara, hombre Dios, el que despeja la oscuridad, guru.

     El Cristo Universal es el mediador entre los planos del Espíritu y los planos de la Materia; personificado como el Santo Ser Crístico, es el mediador entre el Espíritu de Dios y el alma del hombre. El Cristo Universal sostiene el nexo (el flujo en forma de ocho) de la conciencia a través del cual las energías del Padre (Espíritu) pasan a sus hijos para la cristalización (inglés: Christ-realization: realización crística) de la Llama de Dios por el esfuerzo de su alma en el vientre cósmico (la matriz) de la Madre (Materia). A este proceso se le llama materialización (inglés: Mater-realization: realización en la Materia), “El Descenso”. El proceso por el cual las energías de la Madre aglutinadas en el alma pasan a través del nexo de la conciencia crística hacia el Padre es la aceleración llamada espiritualización (inglés: Spirit-realization: realización en el Espíritu), “El Ascenso”. Otro nombre que se le da al proceso mediante el cual la energía del alma regresa de la Materia al Espíritu es sublimación (inglés: sublimation: sublime action: acción sublime) o transmutación. Siendo ya una con el Hijo, el alma experimenta la consumación de este proceso como la ascensión, la unión con el Espíritu de la Presencia YO SOY, el Padre. La ascensión es el cumplimiento en el cielo de la promesa de Jesús en la tierra: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros… El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.”

     La fusión de las energías de la polaridad positiva y negativa de la Divinidad en la creación ocurre a través del Cristo Universal, el Logos sin el cual “nada de lo que es fue hecho”. El flujo de luz del macrocosmos hacia el microcosmos, del Espíritu (la Presencia YO SOY) al alma y de regreso siguiendo la espiral en forma de ocho, se cumple a través de este bendito Mediador que es Cristo, el SEÑOR, la verdadera encarnación del YO SOY EL QUE YO SOY. Ya que Jesús es esa Palabra encarnada, puede decir: “El YO SOY es [el YO SOY en mí es] la Puerta Abierta [al cielo y a la tierra] que ningún hombre puede cerrar”, y “Todo el Poder me es dado [a través del YO SOY en mí] en el cielo y en la tierra”, y también “He aquí, YO SOY [el YO SOY en mí está] vivo por siempre –como Arriba, así abajo– y tiene las llaves del reino de los cielos y las llaves de la muerte y el infierno, y a quienquiera que el Padre quiera yo se las doy, y son dadas en su nombre”. Esto que aún hoy afirma el maestro ascendido Jesucristo también lo afirma para nosotros nuestro Santo Ser Crístico. Así, el Cristo Universal del Hijo único y de los muchos efectivamente mediatiza la Presencia del YO SOY hacia nosotros a través de nuestro propio y amado Santo Ser Crístico. Ésta es la verdadera comunión con el Cristo Cósmico cuyo Cuerpo (Conciencia) fue “partido”, compartido, individualizado para cada hijo del corazón del Padre. Los Hijos de Dios son depositarios de la Máxima Luz para los que aún son criaturitas en Cristo.

     El término “Cristo” o “ungido del Cristo” también denota un cargo en la jerarquía que ocupan los que han alcanzado la automaestría en los siete rayos y los siete chakras del Espíritu Santo. La maestría crística incluye equilibrar la llama trina (los atributos divinos de poder, sabiduría y amor) para la armonización de la conciencia y la implementación de la maestría de los siete rayos en los chakras y en los cuatro cuerpos inferiores mediante la Llama de la Madre (la kundalini elevada). En la hora designada para la ascensión, el alma así ungida eleva la espiral de la llama trina desde abajo de los pies, pasando por toda la forma, para la transmutación de todo átomo y célula de su ser, conciencia y mundo. La saturación y la aceleración de los cuatro cuerpos inferiores y el alma mediante esta luz transfiguradora de la llama crística ocurre en parte durante la iniciación de la transfiguración, se incrementa con la resurrección y adquiere plena intensidad durante el ritual de la ascensión.

     El Ser Crístico individual, el Cristo personal, es el iniciador de toda alma viviente. Cuando el individuo pasa estas diversas iniciaciones en el sendero de la cristeidad, incluyendo “dar muerte al morador del umbral”, se gana el derecho a que se le llame ungido del Cristo así como hijo o hija de Dios. Hay quienes, en eras pasadas, se ganaron semejante título y comprometieron esa culminación o no lograron manifestarla en encarnaciones subsiguientes. En esta era el Logos los requiere para que manifiesten su maestría divina interna y la perfeccionen en el plano físico mientras están en encarnación física. Por lo tanto, para asistir a los hijos e hijas de Dios en hacer que su manifestación sea conmensurable con su luz interior, los maestros de la Gran Hermandad Blanca han dado sus enseñanzas a través de los maestros ascendidos y de sus mensajeros en este siglo [XX]. Y Saint Germain fundó la Fraternidad de Guardianes de la Llama, a través de la cual envía lecciones mensuales graduadas a los miembros de esta orden, dedicada a guardar la llama de la Vida en todo el mundo. Antes de pasar con éxito las iniciaciones del discipulado, se hace referencia al individuo como hijito de Dios, en contraste con el término “Hijo de Dios”, que denota la plena cristeidad, en la cual el alma, en y como Hijo del hombre, se ha fundido en el Hijo de Dios siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

     Con la expansión de la conciencia crística, el ungido del Cristo avanza para alcanzar la realización de la conciencia crística en el nivel planetario y es capaz de sostener el equilibrio de la llama crística para las evoluciones del planeta. Cuando logra esto, asiste a los miembros de la jerarquía celestial que prestan su servicio en el cargo de Instructores del Mundo y al Cristo planetario. Véase Gráfica de tu Ser Divino, Jesús.

Juan 1:1-4; 14:20, 23. Cf. Apocalipsis 3:8; Mateo 28:18; Apocalipsis 1:18