Volver a Por qué la Llama Violeta

♦ Los individuos desconocen las cualidades esenciales de la vida, por el arcángel Zadkiel

Los individuos viven día con día planeando su vida, luchando por las cosas que consideran importantes. Van y vienen y buscan obtener ganancias a cada paso. Y sin embargo, las cualidades esenciales de la vida les son desconocidas. Están perdiendo el vigor, la alegría de vivir, la calidad que llevan a la aceleración espiritual y sin embargo dicen que las cosas no han cambiado.

Los pocos que son perceptivos se dan cuenta de que las cosas no están bien: leen los signos de los tiempos. Y los otros pocos que son los instrumentos del cambio hacia la oscuridad también saben que hay un rápido movimiento, un movimiento clandestino, subterráneo, una energía que está bajo la superficie y se mueve rápida e imperceptiblemente. Además [los individuos] no reconocen cuáles son las manifestaciones de la cultura que obran en contra de los principios de la Gran Hermandad Blanca. Pues si no conocen esos principios no tienen una vara con la cual medir esa existencia que se ha vuelto casi completamente relativa, sin estándares, sin la premisa y la conclusión de la ley de verdad.

 

La distorsión de la imagen cristalina del Cristo

La saturación de los niños con los moméntum de las entidades del horror, el sexo, la muerte y la avaricia han distorsionado la imagen cristalina del Cristo a tal grado que aun cuando emitimos nuestras energías de llama violeta un cierto porcentaje de estas energías son captadas en matrices que no constituyen la verdadera libertad de la luz, sino una falsa libertad fabricada sobre la base una ideología que no está en la vida sino en la muerte.

Deploramos la infiltración [en las naciones] de ideologías marxista-leninistas. Deploramos la degeneración de la forma republicana de gobierno hacia lo que se ha convertido en un estado de beneficencia regido por la élite intelectual y los científicos. Deploramos la separación entre los individuos, entre el pueblo y la clase dirigente. Y esta separación y esta sociedad de clases es el resultado directo de la conciencia del comunismo, que en su embuste dice que no habrá más clases ni más separación cuando en realidad crea el abismo más profundo jamás creado entre gobernantes y gobernados.

Y por ello apelamos al Ser Crístico, porque el Ser Crístico como Mediador, como el que define el gobierno divino ha sido dejado fuera de este sistema. Y ahí donde el Cristo no está emitiendo las energías de Dios ninguna teoría, por más apretadamente tejida que esté, puede producir la realidad de los hijos e hijas de Dios.

 

Estamos aquí para restañar las fallas

Así pues, estamos aquí para restañar las fallas, para cerrar la brecha, el formidable precipicio que se está abriendo. Es como si estuviera el ruido de una gigantesca grieta y la ruptura de la tierra y la hendidura de la tierra. Y en un extremo de la tierra está ese elemento de los que se consideran los únicos calificados para gobernar. Y en el otro extremo están las masas de personas que han perdido su identidad a manos del estado y que ya ni siquiera intentan que se manifieste el viraje de la marea de la oscuridad.

Es comprensible que [los portadores de Luz] no tengan la visión, la energía, las cualidades de la discriminación crística para hacer frente a las pruebas del momento. Porque en este giro de los siglos los individuos reciben sobre sí la iniciación del Espíritu Santo de la Madre Divina, y sin la comprensión de la Ley difícilmente pueden contener las energías que descienden.

¡Apelamos a un resurgimiento de la libertad y a una revolución de la luz!… Pedimos que el movimiento de la llama violeta sea libre y que los individuos dejen de estar sometidos a interminables leyes que han sido creadas debido a que el flujo del amor no está presente…

Vemos que, como los individuos carecen de un amor ilimitado, como ya no piensan en términos de servicio entre unos y otros, que se han hecho leyes y reglas y regulaciones –interminables, interminables leyes. Y por ende, en vez de regirse por la iniciación del corazón y por el flujo del corazón al tomar decisiones y así volverse hacia su destino ardiente, las personas operan en una conciencia mecánica, como si fueran soldados de hojalata, siguiendo las reglas establecidas.

Y defienden el bien y el mal no en concordancia con la conciencia, no en concordancia con la voz del interior, sino en concordancia con reglas, la letra menuda de la ley, y en concordancia con quién está de un lado y quién del otro y cuál es la interpretación de la regla. Estas interpretaciones están hechas por quienes no están centrados en el Cristo sino el sentido de una economía social, de un determinismo económico, de una filosofía según la cual todo lo que ocurre es el resultado de secuencias de causa y efecto en la Materia.

Y en consecuencia, como se cree en esta mentira, la conciencia de aquellos que están entrampados en la mentira están desconectados del gran flujo de las energías de los planos del Espíritu. Y así, el género humano ha hecho sus propias leyes: leyes que son las del pecado y la conciencia del pecado y de la conciencia segregada. Habiendo elegido vivir de acuerdo con estas leyes, son estas leyes el factor determinante final en su vida; y han creado una conciencia divisiva por fuera del cuerpo de Dios.*

* Para el momento en que el género humano dejó de vivir de acuerdo con la ley de Dios, véase Quién soy cuando digo “yo”/En la historia.

 

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